La guerra en Ucrania, la crisis de combustibles fósiles en Europa, la gobernabilidad democrática en América Latina y la expansión de China, son algunos de los desafíos globales que enfrentaremos este 2023.
La revista The Economist público a finales de 2022, un compendio de temas de interés global: la recesión económica producto de la escalada del conflicto en Ucrania y el empuje de los países europeos con miras a acelerar la transición energética, están entre los ejes temáticos de la publicación.
Ahora bien, para hablar de los desafíos globales de este año, es indispensable repasar los acontecimientos ocurridos durante los 365 días del 2022.
Un año marcado por la madrugada del 24 de febrero de 2022, cuando la Federación Rusa de Vladimir Putin comenzó un ataque contra la Republica de Ucrania, dando inicio a una guerra que ha cobrado más de 280.000 víctimas, entre civiles y militares, y que pone a Putin y sus altos mandos militares de Rusia junto al de criminales de guerra como Ratko Mladić, Radovan Karadž, Slobodan Milošević y Gemain Katanga: comandantes serbios y este último congoleño, enjuiciados por el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia y la Corte Penal Internacional respectivamente.
Pero además de las lamentables pérdidas que ha cobrado el conflicto en Ucrania y una nueva crisis de refugiados valorado en 4.200 millones de personas, por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las consecuencias de esta guerra traspasan la frontera de los países en conflicto e incluso de la línea schengen de la Unión Europea.
El acceso al gas se ha dificultado y el precio del barril de petróleo se disparó, al cortarse el suministro de gas ruso a Europa, sin quedarle otro remedio a Estados Unidos y la Unión Europea de dar un revés a los compromisos ambientales que demandan dar un paso atrás en la explotación de combustibles fósiles para el funcionamiento de la industria automotriz y energética.
Esto compromete los esfuerzos de millones de activistas, empresas y Estados en mantener la temperatura del planeta a máximo 1,5 grados celcius; cifra que indica la temperatura del planeta para 2050.
Esto por supuesto ha derivado en que Estados Unidos busque negociar una reducción de la producción petrolera en Arabia Saudita (negada ya por el reino saudí) o una salida a la obtención de gas de otros países productores, como puede ser el caso de Colombia y Venezuela, países cuyos yacimientos de gas no han sido explotados completamente.
La guerra en Ucrania fue seguida por una nueva guerra fría que atemoriza al sur este asiático y los mercados globales. Especialmente al mercado de chips y semiconductores.
La República Popular de China, liderada por Xi Jinping, impone un Nuevo Orden Mundial, donde la influencia del gigante rojo se acentúa en Asia, Europa y, por supuesto, en América Latina.
Las tensiones entre Beijing y Washington se intensifican a medida que el conflicto indirecto sobre Taiwán cobra mayor relevancia durante la invasión rusa a Ucrania.
Sin embargo, a pesar que el conflicto está latente. La respuesta de la comunidad internacional, liderada principalmente por los Estados Unidos y sus aliados, ha sido mucho más preventiva que en el caso ucraniano.
En 2022, Nancy Pelosi, vocera del partido demócrata y presidenta del Congreso de los Estados Unidos entre enero de 2019 y enero 2023, realizó una visita a la isla de Taiwán reafirmando el compromiso de su páis con la democracia e integridad territorial de esta nación.
Hecho que, por supuesto, marcó un antecedente en la política del Joe Biden y la relación de Estados Unidos con Taiwán frente a la República Popular China durante los últimos años.
Enero de 2023 y los acontecimientos globales
Este año 2023 inició con los ojos de la comunidad internacional puestos sobre Ucrania. Cuando faltan pocas semanas para cumplirse un año de la agresión rusa, los esfuerzos para enviar armas a ucrania se han duplicado, a pesar de que algunos analistas consideran que el envío de estas armas debe acelerarse mucho más.
Actualmente se espera el envío de tanques alemanas y de Estados Unidos al campo de batalla. Una medida que acerca más a los miembros de la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al conflicto indirecto con Rusia.
Y es que luego de un año de facilitar armamento defensivo a Ucrania, hoy Estados Unidos y Alemania optan por enviar armamento ofensivo y pesado al frente de guerra.
No es para menos, los hechos han demostrado los crímenes atroces que ha cometido el ejército ruso en el territorio ocupado, perteneciente a Ucrania: crímenes denunciados públicamente por el presidente Volodymir Zelensky ante los organismos internacionales, y que en los últimos días lo han llevado a liderar dos cumbres con mandatarios de la Unión Europea: una en la capital ucraniana Kyiv; y otra en Bruselas junto a Úrsula Von der leyen, Presidenta de la Comisión Europea.
De Europa a América Latina
América Latina recibió el año 2023 de forma convulsa y Suramérica ha sido el epicentro de las convulsiones. El asalto al Parlamento y diversos poderes públicos en Brasil por grupos afectos al ex presidente Jair Bolsonaro, levantó las alarmas nuevamente en la región.
Mientras que en el vecino Perú, la destitución y posterior apresamiento del ex Presidente Pedro Castillo ha desencadenado una ola de violencia en comunidades y regiones al sur del Perú, que parecen ser invisibles ante los ojos de la comunidad internacional.
La crisis de gobernabilidad democrática de Perú ha traído consigo el fantasma de las violaciones a los derechos humanos y la inestabilidad política de la década de 1990 y 2000 para el continente, especialmente en comparación con las crisis económicas y sociales del Perú y los países del cono sur a finales del siglo XX.
Esto sumado a las constantes denuncias sobre violaciones a los Derechos Humanos cometidas en El Salvador y los atropellos a la legalidad que ocurren en el gobierno de Nayib Bukele, dan forma a un auténtico escenario de inestabilidad donde los caudillos se aprovechan para hacer de su pensamiento la ley. El antídoto perfecto para socavar cualquier democracia.
De manera que mientras la región sirve de escena para conferencias como la cumbre de CELAC, celebrada en Buenos Aires en el mes de enero, también sirve de estadio de juego para los regímenes híbridos y autoritarios que mediante reformas económicas y ciertas concesiones a través de gobiernos locales -casos como Bolivia, Nicaragua y Venezuela-, pretenden alargar y diferir los procesos de diálogo, además de evitar la justicia internacional, promoviendo procesos fraudulentos y viciados para el acceso a la justicia y una transición política real.
De esta manera, se les permite atornillarse en el poder de una manera “más moderada” a la vista de sus aliados más cercanos.
Esto último es el contexto de las relaciones entre Nicaragua y Venezuela con los gobiernos de Gustavo Petro, Lula, Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador, lo cual incluso involucra la relación de estos gobiernos con organismos internacionales como Naciones Unidas y sus comisiones especiales.
Panorama mundial
Todo esto nos presenta un panorama de desafíos globales con impacto en la vida diaria de las personas. Desafíos que debemos asumir desde el espacio cívico, la sociedad civil y la ciudadanía en general.
El conflicto en Ucrania nos muestra, de una manera cruel y feroz, cómo la democracia y el mundo tal y como lo vemos, o aspiramos a ver, está en riesgo. Es decir, la concepción globalizada y liberal de la democracia, donde los valores enmarcados por la Unión Europea, como la inclusión, la no discriminación y acción por el clima, sean prioridad frente al nacionalismo populista, extremismo y por supuesto el terror que representa la nueva geopolítica del autoritarismo en el mundo.
Mientras tanto, la innovación, la transición energética y el mundo globalizado nos empuja a entender que, en los tiempos de mayor crisis, nacen oportunidades que nos llevan a creer en la humanidad y en cómo juntos podemos innovar y desarrollar nuevas tecnologías que nos ayuden a salvar nuestro planeta, incluso en medio de una guerra que traspasa las líneas del conflicto armado.
Finalmente, los hechos ocurridos en América Latina nos invitan a una gran reflexión sobre nuestras instituciones y sobre repensar nuestra región y su futuro.
Actuemos local, pensando en un mundo global.
3 comentarios en «Desafíos globales 2023: Ucrania, Taiwán, América Latina y el cambio climático»
Los comentarios están cerrados.