septiembre 11, 2024

Lenin en cinco minutos

Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) le dejó a la Praxis política una serie de doctrinas y protocolos que hasta el día de hoy siguen estando vigentes: fue pionero en el siglo XX en la organización partidista y estatal, en la teoría y práctica de los golpes de Estado, en el uso efectivo de la propaganda, en la utilización de  alianzas coyunturales, en la distinción entre amigos y enemigos, en el manejo del lenguaje como símbolo de fortaleza en la opinión pública, en la toma de los grandes órganos de divulgación de noticias, en la ejercicio de la pedagogía para crear pensamiento único. Cada individuo, obrero (o camarada) sería un cuadro o un defensor todo terreno de la revolución socialista, comunista o marxista.

Combinó, como pocos palabra y acción en su tiempo de vida.

Hoy haremos una selección de sus ideas principales y del efecto que tuvo en la construcción y verticalidad de los partidos políticos modernos

Vanguardia del proletariado: Lenin argumentó incansablemente que un partido revolucionario de vanguardia, nacido para dirigir a la clase obrera debía ser formado, disciplinado entregado a la causa. La revolución es más importante que la familia, los proyectos individuales y hasta la propia vida.  

Crítica del imperialismo: el imperialismo sería la fase superior del capitalismo, enfatizando su naturaleza explotadora y la necesidad de luchas antiimperialistas a lo largo del tiempo y el espacio. A pesar de refutar las tesis de Trotsky, fue mucho el uso pragmático que haría de teorías de enemigos y rivales.

Dictadura del Proletariado:  la creación de una dictadura del proletariado era clave para luego ir a transición hacia el comunismo. Los líderes del partido: la Nomenklatura e Intelligentsia eran mejores, superiores y distintos al pueblo, aunque se vendiera lo contrario propagandísticamente.

Autodeterminación nacional: cada país tenía el derecho a la autodeterminación y respaldó a toda fuerza liberación en contra del dominio colonial. Las naciones oprimidas contaban con la Unión Soviética, pero en especial con el partido para acabar con la influencia y acoso de Inglaterra y Estados Unidos y el resto de los países considerados burgueses.

Efectos del leninismo en la historia contemporánea

Revolución bolchevique: El liderazgo de Lenin desempeñó un papel crucial en el éxito de la Revolución Bolchevique de 1917, que condujo a la creación de la Unión Soviética

Difusión del comunismo: el leninismo, como ideología, inspiró movimientos comunistas en todo el mundo, lo que llevó a la formación de Estados socialistas en distintos países durante el siglo XX

Guerra Fría: la rivalidad ideológica entre la Unión Soviética y el bloque capitalista occidental cimentó el horizonte de tensión geopolítica durante la época de la Guerra Fría.

Partidos marxista-leninistas: el leninismo influyó en la formación de partidos marxista-leninistas en todo el mundo, cuyos objetivos eran establecer sociedades socialistas o comunistas basadas en los principios abiertamente revolucionarios. Pero también sirvió para organizar la estructura y lógica intraorganizacional de casi todos los partidos democráticos, alrededor del mundo.

Incongruencias y discusiones: el leninismo se ha enfrentado a críticas por sus tendencias, prácticas y resultados autoritarios; por la falta de procesos democráticos y la supresión de la disidencia política, el terrorismo de Estado y el uso de todo método (violento o paralegal) contra las libertades de pensamiento, asociación o expresión.                        

Los partidos políticos leninistas cuentan con otros conceptos y figuras asociadas a otros pensadores y corrientes de la misma raíz. Aquí le damos una vuelta de tuerca a elementos previamente vistos:

La teoría revolucionaria: que le da marco al pensamiento y acción al comunista. Priva allí el análisis marxista, la propaganda, la agitación, el debate y el gobierno para la revolución.

El partido de vanguardia junto al intelectual orgánico: el cual se caracteriza por asimilar un credo, la columna vertebral es que un partido de vanguardia es disciplinado y actúa como fuerza dirigente en la lucha revolucionaria. El intelectual orgánico (de origen más bien gramsciano) repite las ideas centrales revolucionarias desde sus palestras específicas: academia, prensa, medios de comunicación, etc.

Los cuadros del partido: los partidos leninistas dan prioridad al desarrollo de cuadros dedicados y políticamente educados que estén comprometidos con los objetivos del partido y que sean capaces de tutelar la lucha revolucionaria en todos los niveles.

La organización del partido: los partidos leninistas tienen una estructura organizativa jerárquica, con líneas claras de autoridad y una dirección centralizada que guía las actividades de cada miembro del partido.

El centralismo democrático: Los partidos leninistas se adhieren al principio del centralismo democrático, que hace hincapié en la toma de decisiones colectiva dentro del partido, manteniendo al mismo tiempo una estricta disciplina y unidad en la acción. La cúpula siempre ordenará al resto del Estado.

El mandato proletario: el partido se compromete a representar los intereses de la clase obrera y aspira a establecer una dictadura del proletariado como fase de transición hacia el socialismo. Es una especie de contrato social en donde no existe el derecho a la rebelión. Prácticamente se convierte en una tiranía votada por elección popular. Ésta dirección en casi todos los países donde se ha producido el “socialismo real” ha llegado a convertirse en hereditaria, volviendo al sistema político comunista en una mala copia de las monarquías o plutocracias que supuestamente combatían.

Movilización de masas: los partidos leninistas aspiran a activar, concentrar y movilizar a las masas y crear un amplio apoyo para sus objetivos revolucionarios a través de diversos medios, como la propaganda, la agitación, la organización de movimientos de masas y la creación de fuerzas armadas revolucionarias enfocadas en derrotar a los enemigos de la revolución o del Estado.

Estrategia revolucionaria: aplican un enfoque táctico y estratégico que combina actividades legales e ilegales: la participación en la política electoral, la organización de huelgas y la participación en la lucha armada si es necesario. El engaño, el sabotaje y toda acción de guerra es válida frente al enemigo capitalista, burgués, pequeño burgués, nacionalista o simplemente autónomo en su pensamiento.

Internacionalismo:  destacan la solidaridad (apoyo financiero, logístico, ideológico y armamentístico) internacional y el apoyo a los movimientos revolucionarios de todo el mundo; considerando a la lucha por el socialismo como una empresa global. Ésta idea del internacionalismo de origen troskysta se volvería piedra angular, luego de que fuera perseguida y rechazada de todas las maneras posibles por Lenin o Stalin.

Crítica del capitalismo y del imperialismo: un partido leninista reprueba al capitalismo como sistema explotador y al imperialismo como manifestación del expansionismo capitalista, abogando por el derrocamiento de ambos y el establecimiento de una sociedad socialista. La demolición de los lazos sociales, la cárcel o la guerra total contra esas estructuras (y quienes los apoyen) son imperativo moral de todo comunista.   

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Joaquín Ortega

Joaquín Ortega es el Editor en Jefe de Hilos de América.

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