mayo 8, 2024

Strickland versus Bergoglio

La geopolítica no escapa de los diseños del Estado del Vaticano. Democracias, autoritarismos, dictaduras abiertas o soterradas sean de procedencia cristiana o no, tocan los intereses religiosos o económicos de uno de los países más pequeños del mundo, pero tal vez con la influencia probada en mantenerse de pie a lo largo de tres mil años de historia.  

En esta edición de MESA DE EXPERTOS conversamos sobre un tema que muestra las discordias y cicatrices que deja el poder sobre las pieles y obras de la llamada casa de Pedro.

Alexander Campos, sociólogo e investigador social y religioso, junto a Víctor Maldonado, politólogo y analista organizacional, nos traen diferentes perspectivas de un tema de vigencia y mayor alcance del que ingenuamente se piensa, sobre todo en el marco de las críticas del obispo Joseph Strickland contra los intentos de reformas de la Iglesia católica, que le costó la expulsión por parte del Papa Francisco.

Dentro de la estructura vertical vaticana, ¿qué significa que alguien en el cargo de Joseph Strickland le lleve la contraria a un Papa? ¿Cuáles son las consecuencias y qué mensaje le están dando a la feligresía y a otros prelados?

Alexander Campos: La verdad, la iglesia es verticalista, poco democrática, tampoco tiene por qué serlo; es decir, tienes unas reglas propias. Creo que hay que distinguir entre llevarle la contraria a un Papa y romper la comunión. Prácticamente todos los obispos tienen algo, alguna razón por lo que le llevarían la contraria al Papa. Muchos lo hacen público, pero no rompen la comunión con la Iglesia. Lo que aquí estamos viendo es una actitud de desafío, no a las ideas y conceptos, sino a esa comunión.

Víctor Maldonado: Formalmente, la comunión exigida a los obispos no exime el deber de cada obispo de defender la fe y la tradición, y de debatir entre ellos, incluso con el Papa, aspectos relativos a la doctrina. No debería de tener consecuencias. Sobre todo, no debería tener la consecuencia fatal de la exclusión. Se discute todavía si lo ocurrido al obispo Strickland es un abuso de las potestades que el derecho canónico le otorga al Papa para manejar un proceso de destitución. Algunos alegan que no se le permitió un debido proceso y que Francisco actuó con excesivo celo autoritario ante las críticas que este obispo le hizo en el marco de la agenda del Sínodo de la Sinodalidad.

Ahora bien, el discurso de Francisco hacia la calle es de excesiva tolerancia. Hacia el interior procede de otra manera, sobre todo con grupos conservadores. Me temo que los modelos mentales con los que interpreta al mundo le hacen ver que los enemigos de la Iglesia son estos grupos conservadores, mientras que los que socaban fuertemente su magisterio en el ala izquierda son tratados con indebida benevolencia. Sin lugar a dudas el Papa está aplicando severas medidas contra lo que él considera “delitos de opinión”.

Hacia el interior de la iglesia hay muchas tensiones. Y la feligresía ve con suspicacia al Papa que dice tener una relación muy humana con Raúl Castro, abraza la agenda globalista, es incontinente en opiniones de doctrina y se está rodeando de sus viejos amigos y camaradas para gobernar esta etapa de la iglesia. El nuevo responsable de la Congregación de la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, Arzobispo de la Plata, es un buen ejemplo del estilo que quiere imponer Francisco en la última etapa de su pontificado.

¿El Concilio vaticano segundo sigue generando ruido en la iglesia católica?

Alexander Campos: Sí, el Concilio sigue generando ruido. Incluso, desde antes de ser convocado y va a seguir generando ruido. Por eso, se puede confundir la tradición con la supervivencia a esas ideas. Muchas de las reacciones que parecen desobediencia son en realidad miedo. Muchas veces olvidamos que algunos deciden estar más apegados a las ideas de interpretación de la iglesia, que al mismo Jesucristo. Se trata de un debate entre la tradición (o inclinación de cierta idea de Iglesia) frente a otra tradición, que es más bien una adhesión a la persona de Jesucristo.

Víctor Maldonado: Sobre todo, en los esfuerzos de “aggiornamento” y armonización litúrgica. Todos los que sabemos de cultura organizacional sabemos que los procesos de cambio son traumáticos y lentos. De nuevo, tendencias tradicionalistas y ritualistas se han visto confrontadas por el otro extremo, modernistas y anticlericales. El papa ha enfrentado el clericalismo sin recomponer el espacio de los que se han dedicado a la vida consagrada. Los sectores que se le oponen, con bastante razón, le critican el gobierno de la iglesia desde las entrevistas y declaraciones ligeras. El papa sienta posición desde las improvisaciones a sus sermones, y a veces resulta poco claro y decepcionante, porque pone en entredicho “la cantera de la Fe”.  

Otro tema que ha presionado mucho es el inmenso escándalo de los delitos de abuso sexual. No lo ha manejado mal. Ha impuesto justicia y celo, tal y como lo hizo Benedicto XVI e incluso el ya anciano Juan Pablo II. Es otro punto de tensión que los obliga a revisar los fundamentos de su organización, y también las causas reales y mundanas de tanta concentración de perversidad. Toda organización tiende a ser defensiva. Y probablemente cualquier intento de remisión interna desata conflictos y puntos de quiebre.

¿Por qué un estado como Texas crea un efecto, digamos tan “ruidoso” y no lo ha hecho por ejemplo casos como los de Chicago en el estado de Illinois?

Alexander Campos: Con el caso Texas, más que Texas aquí estamos hablando de la posición de Strickland. El movimiento pretendía convertirlo en el obispo de América, de Estados Unidos. El manejo de la sede y la significación de la sede es lo que genera ruido. Hay que tener en cuenta que Tyler es una sede llena de migrantes mexicanos con una fe arraigada en lo tradicional. Lo que hace importante el evento es la actitud de Monseñor; eso es lo que lo hace ruidoso.

Víctor Maldonado: Fundamentalmente por el talante conservador del Obispo, por su fama en las redes sociales, por su impacto en la feligresía y también porque lidera una nueva ola conservadora que está ocurriendo en USA. Actualmente el 85% de los jóvenes sacerdotes norteamericanos se autodefinen como conservadores. Ya hablamos de los modelos mentales de Francisco: ubicado desde la izquierda, todo lo que le huele a derecha le parece francamente inconveniente. Y usa el poder que tiene contra esos supuestos enemigos.

¿Cómo se deciden las designaciones y ascensos en la iglesia desde la entrada de Bergoglio como Papa Francisco?

Alexander Campos: Los procedimientos y consultas diocesanas se mantienen, las consultas a la conferencia episcopal se mantienen; al igual que la decisión última es del Papa. Por lo que veo hay una tendencia a preferir a gente de la propia línea, que es lo normal en las gestiones o gerencias. Por algo Benedicto XVI nombra al obispo de Tyler. No veo ninguna ruptura al nombrar a estos u otros obispos.

Víctor Maldonado: Ese es un proceso regido por el dicasterio para los obispos. El papa selecciona de una terna elaborada por el nuncio apostólico del país. Francisco ha tenido especial cuidado en nombrar obispos progresistas y que tengan identidad de pensamiento con él. Sobre todo, en la última etapa, luego del fallecimiento de Benedicto XVI. Uno observa una ansiedad de dejar las cosas “bien amarradas”. Si se pudiera decir, con su pontificado el Espíritu Santo tiene el ala izquierda mucho más grande que la derecha. Así lo plantea Francisco, y así trata de imponerlo a la iglesia universal.

Viendo al Vaticano como un poder político y diplomático, ¿cuáles son sus alianzas actuales en términos de agendas en conjunto? Nos referimos a temas como la agenda LGBTQ+, el Calentamiento global, el desarrollo sustentable…todos inmersos en la agenda 2030.

Alexander Campos: El vaticano, como poder político, es el punto en donde se confunden las cosas con éste Papa. Es clara su asociación con políticos de izquierda. Pero también está en contra de algunos temas de la agenda 2030. Por ejemplo, él nunca le ha abierto las puertas al aborto. Sería una injusticia decir lo contrario. Ha generado debate en temas abiertos y muchas veces no coinciden con la agenda 2030; por ejemplo, lo temas de género. A pesar de que yo mismo he sido crítico por su ambigüedad con los gobiernos de izquierda, en donde se nota a veces adhesión, también hay que ser justos y que su posición y su crítica contra el clericalismo hace que se mezclen muchas cosas. 

Víctor Maldonado: El papa ha sido imprudente. Y ha comprado como buena toda la agenda progresista sin el debido discernimiento. Esa es una agenda interesada, con propósitos políticos, que tergiversa la verdad y que plantea dilemas morales y teológicos que se deben analizar con detenimiento. De querer hacerlo tan rápido y en paquete completo, no ha podido avanzar sustancialmente en espacios donde el sentido común y una mayor reflexión hubieran permitido mayor eficacia.

¿Cómo se adapta la iglesia venezolana a temas globales o del primer mundo cuando nuestro país pareciera haberse detenido en el tiempo?

Alexander Campos: A veces creo que los temas globales son motivo de evasión para no asumir los temas nacionales. Se asumen los temas globales sin los nacionales que son los existenciales inmediatos. ¿Un ejemplo? los temas climáticos, con lo que se deja por fuera la crítica a la devastación nacional al medio ambiente promovido por el poder y padecido en Venezuela. Así que ojo con esto.

Víctor Maldonado: La Iglesia venezolana, como siempre, anda muy distraída, pero aprovechando la circunstancia de la especial cercanía de Baltazar Porras con Francisco. Uno nota que la jerarquía venezolana está más dócil y mejor acomodada con el régimen. Más silenciosa y supuestamente “más neutral”. Otra cosa diferente son las bases de la iglesia venezolana.

¿Qué se puede entender como ortodoxia en estos días?

Alexander Campos: Detrás de la ortodoxia podemos estar defendiendo o escondiendo posiciones ideológicas y no precisamente se trate de una defensa de la fe. A veces la ortodoxia se puede convertir en idolatría, en cuanto que las ideas suplantan al Jesús del evangelio. Me parece que el movimiento de la iglesia de EUA tiende a ser idólatra en ese sentido. Esconderse de la supuesta defensa de la tradición, cuando se niega a asumir a Cristo como el señor de la Iglesia y al Espíritu Santo como la guía para la lectura del evangelio. Detrás de la ortodoxia incluso puede haber flojera mental, es como un mecanismo de defensa más que una apertura al evangelio.

Víctor Maldonado: En un mundo tan confuso como el que nos ha tocado vivir, la recta razón es una búsqueda deliberada de la verdad y una vivencia desinteresada de la Fe. Creo que hay un problema a la vista, y es que la iglesia ha dejado de elaborar doctrina para abrazar la agenda globalista.

Strickland ha sido particularmente incisivo en temas como manejar la impostergable justicia frente al abuso infantil y el consabido escándalo mediático… la apuesta por matrimonios duraderos… la necesidad de volver a la oración y el silencio frente a los medios o las redes sociales… ¿Cuál de estos temas usted considera debería seguirse con detenimiento y evaluarlo desde nuestro país?

Alexander Campos: La verdad de nuestro país, todos los problemas tanto citados por Monseñor Strickland o el Papa Francisco, son importantes. Es impostergable la violencia y el abuso infantil en la jerarquía en Venezuela; algo que no es diferente a lo que ha pasado lamentablemente en el mundo; pero, en lo social, nuestros niños no son protegidos… no hay defensa para ellos ante ésta realidad inhumana producida por el ‘régimen’. Todos estos temas no destituyen a Monseñor…son asumidos por el Papa, el tema de fondo es la ruptura con la comunión. Creo que lo más importante es que hay que establecer diferencias entre líderes políticos y líderes católicos. Los grandes revolucionarios de la iglesia, son distintos a los políticos. Los revolucionarios en la iglesia buscan afianzar más la comunión y desde ahí generar los cambios. Puedo estar de acuerdo con Strickland y no con el Papa, o al revés, pero lo más importante es la comunión, exigida como católicos. Monseñor hizo un desafío a la comunión. Esa ruptura va a terminar formando organizaciones paralelas, aunque él lo niegue. Ojalá el tiempo no me dé la razón.

Víctor Maldonado: Todos esos temas son mucho más importantes que andar cargando la reliquia de José Gregorio Hernández de un confín al otro del país. Fe, Familia, Comunidad, Compasión, Verdad y afrontamiento del monstruo totalitario debería congregarnos alrededor de una Fe menos distractora y más realista. La práctica de una vivencia religiosa genuina y tolerante es muy importante. Hay mucho que discernir, sin recibir palo de esa hegemonía del progresismo que nos ve como enemigos y sin caridad.

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Equipo Hilos de América

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