septiembre 11, 2024

La Vinotinto femenina: ¿Entre Kylian Mbappé y James Rodríguez?

Supongo que usted se preguntará qué tienen que ver dos futbolistas extranjeros con la crisis desatada en el seno de nuestra selección absoluta femenina. En este caso, se trata de ejemplificar un poco la situación partiendo de dos futbolistas famosos que han sido protagonistas con sus selecciones en los campeonatos mundiales recientes y cuyos perfiles se aproximarían en cierto modo a los rostros más visibles del escándalo en torno a la gestión de la italiana Pamela Conti, seleccionadora absoluta de Venezuela. Las protagonistas dentro y fuera del campo son Deyna Castellanos y Sonia O’Neill.

1.- Mbappé y Deyna

El francés es la máxima figura del París Saint-Germain (PSG) y de Francia, selección con la cual ha sido campeón mundial en Rusia 2018 y subcampeón en Catar 2022. En apenas 14 juegos mundialistas, Mbappé, quien combina regate, potencia y velocidad, con cierta libertad de movimientos en el frente de ataque, ya suma 12 goles y, suponiendo que participe en al menos dos mundiales más, podría superar con creces la marca de 16 goles del alemán Miroslav Klose.

Recientemente, sin embargo, se ha oído más de Mbappé por tomarle el pelo a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y sacarle hasta el último centavo al jeque propietario del PSG, llevándose al parecer en el proceso a varios directores técnicos y tres cuartos de la plantilla, incluyendo al mismo Lionel Messi y a Neymar, únicos capaces de eclipsarle. De paso, en la propia selección, Mbappé (24 años de edad), le ha quitado la banda de capitán al veterano Antoine Griezmann (32). En suma, Mbappé es (o aspira ser) el líder indiscutible en cualquier oncena que integre.

A su vez, Deyna no sólo es contemporánea de Mbappé, sino que ostenta marcas goleadoras en copas mundiales en categorías juveniles. Deyna, también con mucha movilidad en el ataque, tiene visión de marco, olfato de gol, buen remate de cabeza, así como potencia en disparos de media y larga distancia (incluyendo goles desde media cancha). Al igual que Mbappé, su trayectoria en la élite europea se circunscribe a dos clubes: él, Mónaco y PSG; ella, Atlético de Madrid y Manchester City. Por si fuera poco, esta talentosa futbolista tiene dotes de líder y es un imán publicitario, por su estampa de modelo, al punto que la FIFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) le han nombrado su embajadora.

El problema es que, durante los dos últimos juegos amistosos contra Uruguay, dirían los españoles, Deyna “ha hecho un Mbappé”; es decir, se ha comportado con arrogancia y, tras un polémico comunicado de Sonia (apartada del equipo), ha desautorizado a Pamela Conti, quitándole el micrófono y asumiendo en la práctica la decisión de que ahora sean 22 y no 23 las jugadoras de la Vinotinto.

2.- James y Sonia

Tanto James como Sonia están cada día más próximos al término de sus carreras como futbolistas. Asimismo, sus trayectorias incluyen varios equipos donde contrastan la alcurnia europea como las zonas grises. James ha transitado por 8 clubes en 10 años, incluyendo Real Madrid y Bayern Múnich, estadías tan breves como exóticas en Catar y Grecia o su vuelta al fútbol sudamericano al Sao Paulo, un tricampeón de la Libertadores en horas bajas; mientras que Sonia no se queda atrás: 8 clubes de 7 países en apenas 7 temporadas, destacando el alemán Turbine Postdam, bicampeón de Europa en 2005 y 2010.

En el campo, James es un jugador netamente ofensivo, con una pierna zurda “muy educada”; su salto a la fama fue en Brasil 2014, cuando asumió la cuota goleadora que habría supuesto el lesionado Radamel Falcao García, al punto de lograr el “Botín de Oro” y llevar a Colombia a un histórico quinto punto puesto. Por su parte, Sonia ha jugado principalmente como mediocampista de contención y defensora.

Además comparten su inestabilidad emocional y de rendimiento en los clubes con una presencia considerable en las redes sociales; no obstante, siempre han mantenido buen estado de forma. Curiosamente ellos parecen estar buscando algo en sus equipos: él, una figura paterna; ella, una familia.

Si James tenía muy claro que jugaría para Colombia, su obsesión por volver al Real Madrid frustró una eventual consolidación en el Bayern Múnich; en tanto que Sonia, nacida en Canadá, por su ascendencia también era elegible para jugar con otras 3 selecciones: Irlanda, Italia y Venezuela. Aunque Pamela Conti tuvo la iniciativa de convocarla, Sonia quiso honrar a su difunta madre, portando el uniforme de la Vinotinto.

Volviendo a la búsqueda de James, su mejor rendimiento lo dio a las órdenes de José Pékerman en Colombia y de Carlo Ancelotti en el Real Madrid, entrenadores que le trataron como a un hijo. Por el contrario, Sonia, entre un abanico de selecciones, y quizá con una cierta confusión de identidad cultural, ha mostrado su mejor versión en el ZNK Split de Croacia, donde ha jugado por más tiempo y ha conseguido su único título.

Finalmente, James y Sonia estuvieron alejados varios meses de las canchas; él, por su carácter voluble y falta de compromiso; ella, por una probable depresión o cuando menos estrés.

3.- El conflicto

Nótese que en la Vinotinto habría dos figuras completamente opuestas: Deyna, con 10 años de trayectoria, y Sonia, la exuberante forastera (outsider) que trata de integrarse al máximo, con participación en la Copa América 2022. En cuanto a Pamela Conti, llegada en tiempos de la pandemia en condición de bombera, para apagar los fuegos de la gestión del exitoso y polémico Kenneth Zseremeta, ha reconocido que inicialmente aceptó la elección de la capitana por las jugadoras, a quienes aún no conocía, pero luego optó por nombrar a Deyna.

Adviértase que el escándalo Zseremeta incluyó acusaciones de homofobia y acoso laboral. La pregunta es si Deyna, impuesta por Pamela Conti o sus patrocinadores, no estaría reproduciendo de algún modo el estilo autoritario y prepotente de Zseremeta. No parece gratuito que, aparte de otras jugadoras, convocadas o no, el comunicado de Sonia haya tenido respaldo de quien fuera psicóloga del equipo.

Mientras que Pamela Conti habla de actos de “indisciplina” cometidos por tres jugadoras, la versión de Sonia es que habían pedido permiso para salir de la concentración, pues requerían hacer trámites bancarios. En cualquier país esto resultaría inverosímil; sin embargo, en Venezuela las plataformas virtuales de los bancos y la conectividad brillan por inservibles. Además, las declaraciones de Deyna dan a entender que ha echado a Sonia de la Vinotinto, pero Pamela Conti dice que está dispuesta a conversar con Sonia y sus compañeras, que no tiene problemas con ninguna, sin definir cuál ha sido el acto de indisciplina ni contradecir la versión bancaria de Sonia.

4.- La imagen proyectada

En una selección nacional, hay dos referentes inmediatos: la dirección técnica y la capitanía. Si la directora técnica imparte las instrucciones desde la banca, la capitana es la voz ante el cuerpo arbitral, pero los cambios durante el juego y concepción de las jugadas siguen siendo responsabilidad de la entrenadora. Es inadmisible escuchar a Deyna afirmar que mandó a Fulana que jugara en tal posición o que Pamela Conti, durante una entrevista con la periodista Milena Gimón, sostenga que la Vinotinto es lo que es gracias a Deyna…

Más allá de los resultados y el patrón de juego, parecen brillar los automatismos naturales en algunas futbolistas que llevan más de un lustro jugando juntas. Es obvio que Deyna requiere en la dirección técnica alguien que le recuerde cuál es su rol y esa persona no es Pamela Conti.

Asimismo, las agentes de Deyna han mostrado su experiencia en sumar detractores (haters) a sus propios perfiles de redes sociales, con evidente efecto halo hacia su clienta. Lejos de calmar los ánimos, queda la impresión que Deyna es capaz de imponer o excluir jugadoras en la selección, lo cual es gravísimo.

En un país donde el deporte profesional femenino es incipiente y ni siquiera la liga profesional de fútbol masculino puede considerarse rentable, la vitrina más “accesible” para una futbolista emergente es la selección en su categoría respectiva. Cuando el talento y la disciplina son desplazados por caprichos y particularismos, el deporte aficionado, olímpico y profesional pierde todo sentido.

La Federación Venezolana de Fútbol debería dar muestras de rectificación ahora que está a tiempo, antes que un equipo talentoso aborte su crecimiento. Si Sonia hubiese elegido jugar para Canadá hoy podría tener un oro olímpico; por honrar a su madre, optó por la duodécima selección de las Américas y sexta de CONMEBOL. Esa es nuestra realidad.

Guillermo Martín

Guillermo Martín. Politólogo, Doctor en Ciencias Políticas y Sociales. Twitter: @guimarcastel

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