septiembre 12, 2024

Hay que despejar la X

Quizá sea la segunda vez que mencione al famoso Guillermito (de Ockham), pero creo que la próxima le llamaré “La Navaja”. Quiero empezar este escrito basándome en su principio de “en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable”. Yo elijo creer en que Elon Musk, Director General de X.com (aunque todos lo seguimos llamando Twitter) está un poco fuera de la onda del entendimiento sobre el -caduquísimo- espectro izquierda-derecha para entender las posiciones ideológicas.

En su llamada que tuvo con los anfitriones de “The All-In Podcast”, Musk menciona algo por las líneas de que antes de que él estuviera, Twitter era “very far-left leaning” (muy inclinado hacia la “izquierda”). Una afirmación que aparentemente podría ser verdad, tomando en consideración el escándalo que todos experimentamos cuando este nuevo CEO tomó el puesto y renombró al gigante de la red social; este escándalo lo enfoco hacia etiquetar, de una vez, que Twitter ahora se convertiría en una red social “de derechas” (mijo, usted no ha visto nada) .

Desde enero de este año, fuimos testigos de cambios vertiginosos en la manera en la que nuestros timelines lucían, cosas que nos enterábamos, nuestras bilis se sentían más en nuestras bocas, y parece que también en algún momento nos sentimos un poco raros al saber que ahora habían dos clases de tuiteros: los verificados, y los que no (y los que se aprovecharon muy creativamente de esto, y gracias por hacerlo).

Noten que lo que comento está completamente fundamentado en emociones. Son ellas que realmente le dan vida a nuestra cotidianidad digital o virtual, aunque también en la vida real -si queremos ser un poco menos autómatas-. Y casi 20 años de boom de redes sociales, algo que ha aprendido Silicon Valley y el capitalismo de vigilancia es que nuestra atención vale mucha plata, y la atención solo viene precedida, neurológicamente, de nuestras emociones (¿no me creen? Les recomiendo un par de libros: este y este ).

Considero importante empezar por contextualizar un poco el tema de las emociones, porque así tenemos a la mano recursos para comprender un poco, a vuelo de pájaro, cómo realmente se maneja el dinero en el negocio de las redes sociales, con qué moneda pagamos y solo quedaría despejar la  para completar la ecuación que nos entender algunos discursos y cómo se utilizan a favor o se malinterpretan por desconocimiento.

Necesitamos la Ciencia Política

Fundamentalmente el espectro izquierdas vs. derechas nos simplifica la manera de etiquetar a nuestros allegados, o nuestros enemigos; dibuja una línea que facilita entender dónde están parados los demás; es una herramienta útil pero tan primitiva como la Obsidiana.

Como ya he mencionado en anteriores artículos, la complejidad hace todo más divertido, pero nos genera un enorme esfuerzo cognitivo. ¿Qué es más fácil? Decir que quien no te cae bien o no está alineado a tu posición frente a la vida “está completamente errado porque dijo eso y ya”, o decir, “en efecto, ese punto en particular que mencionó está errado, pero prefiero decir que solo ahí se ”equivocó” y no es una visión completa del mundo porque quizá tenga otras cosas que se parezcan a mi…”?. Ojo, quizá eres de los últimos, pero la mayoría no estamos ahí metidos. Mucho menos en una discusión en Twitter donde buscamos “callarle la boca” a alguien públicamente, porque en el fondo, queremos sentirnos vivos, y a veces hasta sentirnos con mucha rabia y expresarla.

Así como la Obsidiana dejó de ser la verdadera punta de lanza de nuestras herramientas, en la Ciencia Política pasó algo similar; mis colegas querían saber, qué temas “unen” y otros “alejan” a ciertas ideologías -o al menos a sus discursos- de otras.

Y no fue un capricho académico para sentirse mejor consigo misma; la sociología política y las Ciencias Políticas (hola, Lipsett y Rokkan) lograron metodologías que solventaran esto para poder, en efecto, entender mejor cómo nos podemos manejar en la arena pública discursiva, política, de Opinión Pública, y de hasta cabildeo; recordemos que casi todas estas disciplinas académicas responden a intereses (😉) de cualquier tipo: de Ego, Profesionales, Monetarias, etc.

En fin, la Teoría de los Clivajes, en la que me voy a basar para analizar un poco el tema Musk-simplificación, nos dice básicamente que nuestra ubicación dentro del panorama ideológico no es bidimensional, sino multidimensional. Esto es, que tú, por ejemplo, puedes ser una persona de izquierdas en términos de educación pública, y de derechas en tu posición sobre el aborto. Hay una rutina de Chris Rock que lo explica de manera magistral, aquí.

Crime I’m conservative about, prostitution I’m liberal about.

– Chris Rock

[!Dato Curioso] Te tiro esta pregunta: ¿Hitler era de derechas o de izquierdas? Si quieres responder, usa los comentarios o tuitéame la respuesta (@juepachon)

¿Qué hizo el Sr. Musk en el video? Nos hizo caer en una trampa cognitiva que busca simplificar muchísimo sobre la inclinación de Twitter -como empresa, supongo a su dirección es a quien le estaba comunicando esto- hacia la izquierda radical, posicionándola en un extremo y relativizando, de esta manera, el actual “viraje” que se hizo hacia la derecha.

Cuando comenta algo entre las líneas de “ahora, si lo notas, estamos a la derecha, pero claro, antes estaba a la izquierda lejana, por lo que en realidad estamos más en el centro”. Y es posible que tenga razón… pero no tengo evidencia suficiente para dársela, y menos en algo tan aéreo como eso. Rarísimo, además, viniendo de un ingeniero, que son personalidades que buscan tener mayor certezas de sus definiciones. Tienden a usar lenguajes más definidos y menos laxos que los estudiosos del conocimiento social (sí, es terrible falta que tienen estas disciplinas).

Para Musk poder demostrar que su punto es válido -porque todos entendemos su punto tácitamente- queramos o no, o al menos logramos interpretarlo bajo un consenso proveniente de la simplificación del espectro, él tendría que primero, definir qué es far-left y far-right.

Podría extenderme en esto, pero lanzo esta pregunta: si Twitter era de extrema izquierda, ¿por qué nunca le cerraron las cuentas a las cuentas de Twitter relacionadas a gobiernos radicalmente socialistas, pero que tenían tácticas y mensajes en la plataforma claramente opuestas 🤔.

Esta intención de ser regulador de un medio masivo digital, como una red social, es un monstruo policéfalo que tendría que invertírsele mucho tiempo en Procesamiento de Lenguaje Natural, hacer perfección de los modelos lingüísticos de cada uno de los idiomas y sus características semánticas para cada Estado-nación (por ejemplo: ¿qué es un escuálido en Venezuela?, ¿qué es un facho?, ¿qué es un enchufado? Estas preguntas debe responderla la máquina para poder darles una carga sentimental punitiva o de carácter de censura).

Basta de Ciencia Política, ¿qué busca Musk?

Aceptando que las limitaciones técnicas que tiene Musk para lograr que X.com sea una “plaza pública” libre, me parece que actualmente sus esfuerzos van a ir enfocados de esta manera: – Dar voces a líderes de opinión alineados a intereses propios de la compañía – Al mismo tiempo, la personalidad de Musk ha demostrado que él tiene posición política clara. Y yo diría que no podríamos dejar pasar por alto su cuna: Sudáfrica (el Apartheid, y el repudio a grupos de poder sobre otros, puede hacer mella en tu visión del mundo), y su personalidad que tiende a buscar riesgos y sacrificar por bienes mayores. – Su estrategia de aumentar el tiempo en plataforma para subir el valor de la misma, a través del uso de formatos de videos muy largos (lo que yo llamo la TikTokerización de Twitter), es un experimento que puede salir muy bien no solo para los accionistas de $TWITTER, sino para creadores de contenidos acorralados por posicionamientos ideológicos que no convengan – El mejor ejemplo de esto es la aparición de Tucker Carlson y el megáfono en el que se convirtió su voz al tocar las puertas de Musk, después de su salida de Fox.

Convenimos, además, que todo lo que sean numeritos que aparezcan en las tarjetas de Twitter dependen mucho del “algoritmo” de Twitter. Personalmente creo que hay preferencia sobre algunas cuentas -sean verificadas o no- y que existe el shadowbanning en función de algunos comportamientos o enlaces que tengas. Esto es importante tomarlo en cuenta para las próximas Elecciones Presidenciales de Estados Unidos. (Básicamente porque veremos: o mucho contenido chatarra para inflar esos números, o mucha gente haciendo gala de esos vanity metrics) – Lazos que ya se están dando, con grupos de influencia duros, alineadísimos a la esfera “marginada” por BigTech. Mi olfato me dice que los integrantes de “The All-In Podcast” están bastante complacidos con Elon como nuevo paladín de la “esfera pública digital”. – Olviden Mastodon y todas las redes sociales nuevas. Aunque son esfuerzos nobles y necesarios para la salud discursiva y la Libertad de Expresión, estos gigantes necesitan algo más que pequeñas cocinas donde las que hablar, y generar plazas digitales que marquen una diferencia que a nadie se le ha ocurrido.

¿Es necesario el equilibrio en X.com?

Es necesario que la dirección de la red social genere alianzas con activismo digital en todos los países del mundo, que entiendan el lenguaje, comportamiento, manipulación y propaganda de los regímenes en los que hacen vida, donde sus denuncias cobran validez.

Son cada vez más los vericuetos que países en África, LATAM y el Caribe utilizan redes sociales como armas políticas, pero que no se hace nada desde las entrañas de la plaza, porque elijo creer que no entienden el lenguaje y además no tienen capacidad.

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Rómulo Córdova

Politólogo experto en intersección entre Política, Tecnología y Propaganda.

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