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Dicen que si en la sala de tu casa cambias todos los días algo de sitio, al final del mes transformarás ese espacio en algo irreconocible. Será (paso a paso) un nuevo lugar. Y es que las personas dejan pasar las “refacciones” permitiendo que la transformación se dé frente a sus ojos y para siempre. Esto se debe a que la atención humana reconoce y se defiende ante los cambios abruptos, pero los “procesos graduales” raramente son apreciados racionalmente. Lo mismo aplica en política y en los llamados cambios sociales sistémicos.
Las grandes tesis
El gran reemplazo (o el gran cambio) es una tesis que dice que Europa y Estados Unidos están siendo transformados en la conformación interna de sus integrantes (ya sean árabes, hispanos, chinos o africanos) para que el antiguo WASP sea dominado por los nuevos inquilinos. Así las cosas, esas supuestas minorías no protestantes serían las nuevas cabezas del poder mediático, social y político y que por diseño alterarán cultural y genéticamente el corazón de las naciones más poderosas del mundo, para ponerlas en el mediano plazo de rodillas.
Basada en las tesis de la decadencia de occidente (tan viejas como los historiadores mismos) un grupo de nuevas voces nacionalistas extremas denuncian el nacimiento de una Eurabia (Europa más Arabia), un Chicano States (una especie de toma silenciosa de México sobre el territorio norteamericano) o incluso una AmeriChina. Lo que Edward Gibbon interpretó sobre Roma o el mismo Oswald Spengler vaticinaba para Alemania o Francia, se convierten en argumentos para audiencias si no mal informadas, al menos poco dadas a investigar los orígenes argumentales basados en prejuicios y lugares comunes.
El plan Kalergi
Un referente directo de éstas ideas es la llamada conspiración Kalergi; también conocida como el plan asiático de mezcla racial. Según su creador (en todo caso supuesto promotor, el barón Richard Von Coudenhove Kalergi), la acción fundamental para infiltrar Europa y posteriormente al continente americano era generar una superación racial numérica a través de matrimonios mixtos, infiltración cultural y dominio sostenido de los parlamentos y periódicos de la época. Dicha teoría no ha podido probarse y todo parece indicar que es más un delirio fantástico que una estrategia real geopolítica, de guerrilla clásica o táctica inspirada en el soft power.
Middle England y el Brexit y Love Jihand
Desde el punto de vista del humor y la literatura el escritor inglés Jonathan Coe construye un personaje envuelto en el mundo de conspiraciones anodinas e incongruentes. En una trilogía de novelas (en especial una llamada Middle England) aparece Ronald Culpepper quien representa al típico nacionalismo de retazos y falsos dilemas. El miedo al colapso social, el dogma del neo maltusianismo y la supuesta degeneración social (producto de los matrimonios interraciales y leyes permisivas ante gays y lesbianas) motivan a éstas fuerzas políticas ficticias y no tanto a tomar posición ante la destrucción de la Europa que conocieron sus padres y abuelos.
El Jihad del amor es otra forma de penetración literal cultural y religiosa por vía del sexo y el matrimonio. La tesis plantea la siguiente serie de acciones: un musulmán extremista enamora a mujeres de cualquier país con el fin de atraerlas a su religión, procrear hijos con nacionalidad europea y de muchas maneras bajar las defensas sociales; de manera que cada mezquita en barrios europeos sea un centro de destrucción de occidente… sin ser reveladas como la operación encubierta que la guerra santa necesita.
Monsieur Zemmour
Tanto en Inglaterra… como en España… o en Francia docenas de voces al margen de la locura se dedican a escribir y promover la idea del gran reemplazo. En especial en Francia Eric Zemmour invoca un neo bonapartismo que le ponga pausa al crecimiento musulmán en las sociedades contemporáneas. En su libro “el suicidio francés”, de por sí un best seller en toda regla, se delinean una serie de argumentos que homologa a los “viejos bárbaros” (normandos, hunos, árabes) con los “nuevos bárbaros” (chechenos, rumanos, kosovares, magrebíes, africanos, etc.). Y ya sea que aceptemos o no su punto de vista, en la vida cotidiana se habla mucho de éste y otros temas igual de escabrosos y exasperantes.
Al día de hoy, no queda claro si existe un gran reemplazo de élites o hay en el mundo unas religiones que actúan con fines políticos más consistentes que otros; lo que sí queda muy claro es que ante la falta de orden y concierto en un mundo cada vez menos amable con los deseos individuales, la mentira es el arma más efectiva de las versiones más colectivistas del poder.
