La culpa no es de la estaca
si el sapo brinca y se ensarta,
afirmó el líder cubano.
Intentando probar que existe vida después de la vida, la famosa periodista venezolana, Niayluz Dedía, procuró entrevistar muertos famosos y bien preservados. Fue así como invirtió importantes recursos en una fallida conversación con el cadáver de Lenin localizado en la Plaza Roja de Moscú. Pero aquél fracaso no la desanimó. Regresó a Caracas y logró ingresar al Cuartel de la Montaña en horario reservado para criaturas de la noche. Allí logró obtener un número PIN y palabras claves para la invocación. Con esta provisión, aunado a sus técnicas ocultistas y de sinestesia, se dirigió a la Habana. Tales recursos le permitieron confirmar sus sospechas: Fidel Castro, a casi ocho años de su muerte ¡está vivo!…y además accedió gustosamente a una entrevista exclusiva. En un pequeño sendero del Averno se produjo el encuentro:
Fidel: Disculpe la hora, preciosa reina del mambo, pero es que el camarada Lucifer impuso la regla usando su mayoría en el Buró Político: sólo podemos desandar después de la media noche…Por cierto, no necesitas ese traje térmico, acá está muy fresco.
Niayluz: No se preocupe, le agradezco la oportunidad y su desapego por el castigo eterno. Voy con las preguntas para aprovechar al máximo el tiempo: Unos años antes de morir, en una entrevista que le hiciera un periodista extranjero, usted habría dicho que el modelo político y económico actualmente existente en la isla, ya no le sirve a Cuba, ¿cuál modelo podría sustituirlo?
Fidel: SÍ, es verdad. Yo dije que no servía, pero no dije que lo íbamos a cambiar. La gran originalidad de nuestra revolución es precisamente esa: no sirve pero se mantiene, nadie lo puede cambiar. De todos modos ya nuestro modelo político está siendo duplicado en Venezuela. Probablemente ellos se queden con la copia y nosotros cambiamos el original. ¡Cosa más grande!
Niayluz: Pero ¿Cuál es el modelo existente hoy en Cuba?
Fidel: Pues, el Parasitismo-Leninismo. Es un sistema que necesita de un cuerpo vivo para chuparlo, hasta secarlo y arruinarlo. Cuando ya está suficientemente arruinado, es cuando en verdad se inicia el modelo socialista. Después de cesar la ayuda de la URSS, pensábamos que ya no habría nadie a quien succionar. Invocamos a la Virgen de la Caridad del Cobre pero también a Chango. Nos da igual porque lo importante es que aparezca un genio que desee comprar nuestra franquicia. ¡Apareció y nos salvamos!
Niayluz: ¿Y cómo ocurre la implantación del parasitismo-leninismo en Venezuela?
Fidel: Nosotros ya habíamos intentado entrar por Machurucuto y fracasamos. Decidimos esperar con paciencia y resultó que desde adentro nos abrieron las puertas, sin echar un tiro. Ocurrió algo inédito en la historia. Por insólito que parezca, surgió un país dispuesto a pagarnos para que lo sometiéramos. Nosotros fuimos los primeros sorprendidos. No podíamos creer que aún existiese clientela para la chatarra ideológica, y en eso llegó el comandante venezolano y mandó a parar la inteligencia, la soberanía…Bueno, como tú debes saber: la culpa no es de la estaca si el sapo brinca y se ensarta.
Niayluz: ¿Cuáles son las claves de ese modelo? ¿Cómo funciona?
Fidel: El modelo funciona porque lo que se considera muerto sigue vivo. Ya ves como estoy muerto, pero acá estamos conversando amigablemente, de lo más sabroso, en un clima cordial, a pesar de hallarnos en el infierno.
Niayluz: ¿Podría ahondar un poco más en ese aspecto?
Fidel: ¡Venga y le explico, mi diosa del malecón! Yo al igual que el camarada Stalin, estoy muerto, pero dejamos en la tierra las ideas zombis. Son ideas muertas, inservibles, pero que encarnan en idiotas vivos. Como los idiotas son mayoría en el mundo, se promueve la democracia popular, participativa, protagónica e inclusionista. Y por allí nos coleamos nosotros. ¡Ves mi corazón de mamey! Somos geniales.
Niayluz: Pero… ¿estamos frente a una postura netamente cínica?
Fidel: Óyeme mi sangre, te explico: en el mundo occidental domina el cinismo. No lo inventamos nosotros. En occidente despojaron la política de todo principio ético y moral, puro ajedrez. Eliminaron el honor en la política. Nosotros, los comunistas aceptamos ese reto y creamos una versión Maquiavelo 2.0, pasamos a otro nivel. Ahora somos campeones en cinismo. Occidente creó sus propios monstruos y ahora no sabe qué hacer con ellos. Nosotros sí.
Niayluz: ¿Desde cuándo supo que el modelo comunista cubano había fracasado?
Fidel: Desde mi última erección, es decir, desde la última vez que pude ponerme en pie sin ayuda y sin tomar medicamentos. Eso fue poco antes de morirme.
Niayluz: ¿Y cómo marcha la implantación del modelo en Venezuela?
Fidel: ¡Como paseo de novios por Varadero! Los venezolanos están muy ocupados cargando agua, buscando el gas, en las colas de gasolina, rebuscando el día a día, haciendo colectas para curarse alguna enfermedad o reponiendo algún aparato dañado por el último apagón. Otros están ocupados haciendo la guerra en X, colocando la selfie en facebook, ocupados en combates mortales por el whastapp. El presidente Maduro es uno de nuestros mejores discípulos. Claro, también hay que reconocer que nosotros le mandamos unos 30 mil hombres nuevos para que le ayudaran a demoler ese país. Nos encantan las ruinas. Los camaradas de la Unesco luego las declaran patrimonio de la humanidad.
Niayluz: ¿No teme que una vez reconocida la inviabilidad del modelo, el líder venezolano corrija el rumbo que usted ha trazado para Venezuela?
Fidel: No creo que corrija el rumbo. El modelo cubano probó su inviabilidad para dar progreso y prosperidad a la gente hace mucho tiempo. Pero es el único modelo exitoso en América Latina para dar poder ilimitada e indefinidamente a un líder. Es lo único que importa. Del resto, se encargan los zombis, los vivos muertos portadores de las ideas muertas.
Niayluz: ¿Y no le teme a un ataque imperialista?
Fidel: Te explico, mi buñuelo de pascua: Después de Bahía de Cochinos y la crisis de los Cohetes, la invasión yankee se convirtió en una leyenda muy exitosa que nos ayudó a estabilizar el sistema. Imagínate que tenemos soldados que se hicieron ancianos esperando la agresión gringa, y siguen en eso porque no saben hacer otra cosa. Ya no les podemos quitar la única ilusión que les mantiene vivos, bueno, aunque son zombis. Mira, lo de la invasión gringa es como la marca de calidad de nuestro principal producto de exportación. Sin eso y sin el logo del Che no se vende la franquicia. ¡Cosa más grande!
Niayluz: Pero, no creo que sea el mismo caso de Venezuela, ¿qué pasaría si los gringos invaden a Venezuela?
Fidel: Eso es lo de menos. A nosotros nos interesa que los venezolanos se sigan peleando entre sí, que se mantengan en la sobrevivencia, con líderes amateurs, que no se organicen para pelear. Mientras eso sea así, nadie les va a dar muertos fiaos. Aunque sea la cuota inicial tienen que pagarla, pero no se atreven. Nosotros estamos seguros.
Niayluz: Perdone que le cambie el tema… ¿Qué tal le va en el Infierno?
Fidel: ¡De lo mejor! Yo desconocía el altísimo nivel de compromiso del camarada Lucifer con el Partido. Aunque los que llegaron antes que yo, afirman que el clima mejoró mucho con la llegada del Comandante Chávez.
Niayluz: ¿Y a qué lo atribuyen?
Fidel: Pues, logró convencer al camarada Belcebú para que adoptara la política energética que el Chávez aplicó en Venezuela. Ahora ha empezado a escasear el gas en las calderas. En estos días Satanás se molestó porque quiso lanzar fuego por la boca, y no pudo. ¡Apenas logró una bocanada de humo! Para nosotros, muy bueno… ¡No imaginas lo que es un aliento de fuego!
Niayluz: ¿No se incomoda con tanta gente mala que lo acompaña?
Fidel: ¡Para nada, mi arroz moruno! Cuando uno está vivo la gente le desea el mal: ¡Que se muera y se vaya al infierno! Jajaja. No saben que es nuestro ambiente natural, y además, Satanás es camarada.
Niayluz: Usted ha nombrado a Satanás, Belcebú, Lucifer, el Demonio, etc. ¿Son hermanos o se trata de la misma persona?
Fidel: Patae´clavo también lo llamamos cuando estamos en confianza. Tu sabes, por la cola puntiaguda. ¡Pero es el mismo personaje! Cuando le conviene mantener la mayoría en el Buró Político, se divide hasta en siete tipos. ¡Es un genio! Claro, es más viejo que todos nosotros. Más sabe por viejo que por Diablo. Si quieres te lo presento. ¿No quieres seguir adelante y conocer el inframundo?
Niayluz: Eh… No, creo que estoy indispuesta. Me comí unos frijoles con chorizo y me cayeron mal. Siento nauseas.
Fidel: Bueno, eso es normal en los visitantes escrupulosos. Pero te lo pierdes, tal vez otra noche.
Se despidieron. Fidel extendió su huesuda y descarnada mano y estrechó suavemente la de Niayluz. Ella intentó darle un beso en la mejilla sin piel, pero le dio grima y retrocedió. Salió del lugar hacia la cripta, mientras dos fantasmas milicianos corrían la tapa de mármol que marcaba el final del trayecto de ultratumba. Una idea se clavó en la mente de la audaz periodista: Para los dictadores no es suficiente el castigo en el infierno. La naturaleza del Demonio es la corrupción y no se le puede fiar el castigo de los malvados.