Antony Blinken es un funcionario de gobierno y diplomático con años de experiencia en el senado estadounidense y en diferentes administraciones, como la de Barack Obama. También ha mantenido un vínculo profundo con Europa y el resto del mundo.
Blinken estuvo seis años en el Senado estadounidense, donde construyó lazos con Joe Biden: durante ese tiempo trabajó de la mano con el actual presidente, como el Director de Personal Demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Además, fue asesor adjunto de Seguridad nacional y Secretario de Estado adjunto en la era Obama.
Por ello, no causa sorpresa que Blinken estuviese en el radar de Biden al seleccionar los miembros de su gabinete y asesores.
A través de estos cargos, Blinken reveló una ideología intervencionista. Por ejemplo, estuvo activamente involucrado en el conflicto entre Rusia y Crimea, cuando la nación rusa deseaba anexar esta península del este de Europa.
Blinken también es un miembro activo en la batalla en contra de los grupos terroristas Daesh/Isis; además, participó en la incursión para asesinar al líder al-qaida, Osama Bin Laden. También tuvo participación en asuntos como el tratado nuclear de Irán, que incluyó diferentes naciones y a la Unión Europea con la finalidad de garantizar la paz y evitar el uso de armas nucleares.
Sus creencias, asociado al hecho de que trabajó en armonía con Obama, Biden y otros miembros del partido Democrático, ponen de manifiesto que tiene perspectivas similares con el actual primer mandatario.
De la mano con los amigos
Aunque parezca contradictorio, Blinken puede ser considerado intervencionista y simultáneamente un europeísta, ya que se ha referido a Europa como un “socio vital”: es creyente del multilateralismo y es internacionalista.
Su pasión por Europa y otros aliados se pudo observar en una entrevista con Christiane Amanpour en la que defendió a Alemania posteriormente a la hostilidad de Trump dirigida a Angela Merkel, Canciller de Alemania, de quien dijo que estaba “arruinando a Alemania”.
Blinken defendió a Alemania con esperanzas de reparar el daño hecho por Trump, aclamando a Alemania como uno de los aliados más importantes de los Estados Unidos. “Esta movida es una tontería, rencorosa y una perdida estratégica. Debilita la OTAN, ayuda a Vladimir Putin y perjudica a Alemania, nuestro aliado más importante en Europa”.
Blinken es europeísta porque cree que los Estados Unidos debe tener una relación sana y amistosa con Europa. En un discurso que entregó en la embajada de Tiblisi, la capital de Georgia, proclamó que América necesita tener amigos. “En pocas palabras, el mundo es más seguro para el pueblo estadounidense cuando tenemos amigos, socios, y aliados”.
Es propulsor del multilateralismo porque cree que alianzas con diferentes líderes mundiales son elementales. Y es internacionalista porque propone que Estados Unidos debe ser un amigo del mundo para mantenerlo a salvo, conservando la posición de potencia global.
En cuanto a problemas como terrorismo, cambio climático, pandemias, comercio, e incluso el acuerdo nuclear de Irán, Blinken opina que su país debe trabajar de la mano del mundo y sus aliados, a través de tratados internacionales y diferentes organizaciones.
Como “abogado del diablo”
La relación de Blinken con el mundo va más allá de cargos diplomáticos.
Blinken domina el idioma francés, pues vivió en Paris en su juventud; de allí la relación profunda que tiene con ese continente.
En cuanto al resto del mundo también ha demostrado un profundo interés, incluso respecto a Latinoamérica. En sus años como estudiante de pregrado, escribió múltiples artículos para el periódico de Harvard, los cuales trataban sobre diferentes asuntos globales, entre ellos, uno acerca de Nicaragua y el régimen sandinista.
En este texto escribió sobre cómo en la búsqueda de democracia, Nicaragua tropezó con otra dictadura; simultáneamente habla de José Cardenal, quien fue uno de los opositores del régimen sandinista.
Blinken postuló que el cambio era necesario, pero revoluciones violentas tienen que ser a su juicio el último recurso para lograr cambio. Blinken mencionó a Cardenal y sus críticas sobre el régimen sandinista para explicar cómo un régimen puede incorporar críticas y buscar soluciones con la oposición para evitar violencia y revoluciones.
En resumen, Blinken actuó como “abogado del diablo” y sugirió que antes de proclamar que un régimen ha fallado, se debe dar el beneficio de la duda y el tiempo necesario para que el régimen pueda triunfar, o por el contrario, fallar.
Lo que viene
Puntualizados los precedentes del nuevo Secretario de Estado de Estados Unidos, se puede inferir que, en el aspecto internacional, los cuatros años que esperan a los Estados Unidos serán pacíficos y probablemente se establecerán más alianzas y amistades para asegurar el bienestar del mundo, manteniendo el posicionamiento de potencia global de esta nación.
Sin embargo, podemos inferir que por el continuo interés de Blinken por otros países y su ideología intervencionista, los Estados Unidos continuarán sus políticas en el Medio Oriente.
Parece ser una premisa cierta que Antony Blinken y Joe Biden aunarán esfuerzos para asegurarse que los Estados Unidos expandan su presencia global: los cuatro años del presidente Biden estarían fundamentados en tratados de cooperación e intervención con otras naciones.
Un comentario en «¿Qué esperar de Antony Blinken?»
Los comentarios están cerrados.