I
Elogio de la jerarquía
Con la agotadora y al parecer interminable guerra de Troya de telón de fondo, William Shakespeare da una versión de Troilo y Crésida (para muchos inspirada en Chaucer y ésta a su vez estimulada por la versión de Bocaccio; la cual tendría muy poco de la dictada por Homero); sin embargo, al sumergirnos sabemos que respeta los grandes temas y momentos del mito; y es por eso que Ulises le habla a Agamenón, en presencia de otros personajes (Nestor y Menelao) acerca de lo humano y lo divino.
El punto sobre el que gira el monólogo es el respeto por la armonía bélica, la disciplina y el método:
Ulises: los derechos propios del mando no se han observado.
Comenta Ulises, teniendo en cuenta el tema de la organización de los ejércitos. Apuntando a cómo lo terrenal sigue un patrón copiado del cosmos:
Ulises: los cielos mismos, los planetas y este globo terrestre observan con orden invariable las leyes de categoría, de la prioridad, de la distancia, de la posición, del movimiento, de las estaciones, de la forma, de las funciones y de la regularidad.
Las razones para llevar adelante gestas se tocan en el texto:
Ulises: una empresa padece bastante cuando se quebranta la jerarquía, escala de todos los grandes designios.
El fracaso viene en cascada:
Ulises: quitad la jerarquía, desconcertad esa sola cuerda, y escuchad la cacofonía que se sigue. Todas las cosas van a encontrarse para combatirse.
¿Si no hay jerarquía qué ocurriría nos preguntamos? El héroe responde en una casuística que hace de la causa y el efecto una mezcla de vigencia y escrupulosidad:
Ulises: entonces todas las cosas se concentrarían en el poder, el poder se concentraría en la voluntad, la voluntad en el apetito, y el apetito, lobo universal, doblemente secundado por la voluntad y el poder; haría necesariamente su presa del universo entero, hasta que al fin se devorase a sí mismo, Gran Agamemnón, cuando la jerarquía está ahogada, he ahí el caos que sigue a su ahogo.
La falta de orden es todo y si se quiere romper una muralla el principal obstáculo es vencer la pasividad con la autocrítica, y luego enfrentar al enemigo en el frente. Los otros no son invencibles, simplemente están ensamblados; los otros son derrotables:
Ulises: Troya resiste no por su fuerza, sino por nuestra debilidad.
II
Toda revolución que no sea burguesa comienza en octubre.
Una revolución global que pretenda crear caos geo localizado (con ciertas islas de tranquilidad) activa todos los puntos de manera planificada.
Los puntos del mundo álgidos son aquellos en donde se concentren minerales y alimentos. Con observar un mapa el área veremos que cada conflicto girará en torno a los ingredientes de los hiperconductores, de los requerimientos de la telefonía y las comunicaciones físicas y digitales
¿Cuáles son los alimentos?: cebada, sorgo, trigo y centeno.
¿Cuáles son los minerales?: Berilio, grafito, titanio, tungsteno (o wolframio)
Según muchos expertos (y no propiamente pro occidentales), China tendrá en su suelo el 30% de la población del mundo en apenas 15 años. Por otro lado, a duras penas alcanza a promediar un 10% de agua para sus industrias y seres vivos.
¿Será muy ombliguista decir que la política extractiva del mundo se está convirtiendo en un globalizado arco minero?
Tres puntos sobre la revolución:
Algunos puntos iniciales de la revolución soviética sirven de espejo invertido de la política global que pretende volver a los ciudadanos en nuevos siervos de la gleba:
- Frente a los bancos nacionalizados se da el efecto contrario con ausencia de bancos nacionales… o al menos de moneda real.
- El control de las empresas y de las fábricas originalmente para los entonces soviets, luego pasaría a manos de testaferros. Hoy son parte de una cadena de flujo comercial internacional, en perjuicio de una producción o distribución nacional.
- Los ciudadanos actuales (alguien los llamó acertadamente meros rostros del neologismo de la Glebalización) son quienes se debaten entre decir sí a todo o autogratificarse con likes en redes sociales.
¿Los andarines de ésta zombicracia habrán escuchado de las aventuras de Ulises y las frases que pone Shakespeare en sus labios?
Vale bien recordar una:
Troya resiste no por su fuerza, sino por nuestra debilidad.