Venezuela y Cuba tienen un caso muy particular en la colonización que les hace muy distintas a otras colonias españolas en América y es el alto número de pobladores oriundos de las Islas Canarias. Antes de desarrollar este punto es importante conocer quiénes son los canarios para entender lo diverso y peculiar de estas naciones frente a las otras colonias españolas en América.
Las Islas Canarias son un territorio insular constituido por ocho islas pertenecientes a la formación topográfica africana ubicadas al sur de Marruecos muy próximas a la costa africana y a dos mil kilómetros de la península española. Su territorio fue poblado originalmente por pueblos guanches procedentes de oleadas bereberes que habitaban el Sahara. Su territorio fue disputado por Portugal e Inglaterra hasta que los reyes católicos lograron la conquista de las mismas. La población guanche desaparece casi en su totalidad dado que fue un pueblo combativo que luchó hasta la muerte con los conquistadores. Esta situación favoreció la importación de negros africanos como esclavos para las plantaciones azucareras mientras el comercio lo ejercían judíos genoveses y judíos conversos quienes se establecieron en estas islas, donde la ausencia de la Inquisición propició estos asentamientos además de algunos portugueses e ingleses que hicieron de estas islas sus centros de operación comercial en tanto que peninsulares, principalmente andaluses, tomaban los puestos administrativos. Por su ubicación eran parada obligatoria de las naves que partían con destino a América. ¿Pero por qué su población buscó en Venezuela el principal objetivo de destino?
Los canarios llegaron a Venezuela desde los tiempos de la conquista. Sin embargo, el primer gran arribo se produciría a mediados del siglo XVI cuando los Welsares trasladaron a más de 200 canarios o “isleños” con sus familias desde los ingenios azucareros de La Palma a Coro con la finalidad de cultivar y desarrollar la ganadería. No obstante sería en la primera mitad del siglo XVII cuando numerosas familias canarias poblaron el centro, oriente y occidente de Venezuela, la causa sería la fuerte crisis económica de Canarias tras romperse la relaciones con Portugal como consecuencia de la alianza lusitana inglesa y de España con Francia. La mayoría del vino blanco canario era comercializado por Portugal al Brasil y a las colonias africanas por lo que el rompimiento de las relaciones de las islas con Portugal e Inglaterra ocasionó una terrible crisis. Otra de las razones es que la Capitanía General de Venezuela se favoreció de la exclusión de Canarias del mercado de Sevilla ya que una altísima gama de productos eran comprados a las islas sin necesidad de pasar por Sevilla. A esta situación se le suma la interesante ubicación geográfica, las Islas Canarias tenían en Venezuela la tierra americana más próxima.
Los conquistadores españoles en Venezuela en el siglo XVI fueron en su inmensa mayoría hombres quienes se establecieron y se mezclaron con mujeres nativas por lo que el componente en el ADN de mujeres europeas en Venezuela hasta el siglo XVI era prácticamente desconocido. Las primeras mujeres españolas serían canarias y llegaron a Venezuela junto a sus esposos. Estas familias se caracterizaron por la incidencia en la endogamia mientras los peninsulares llegaron sin mujeres o esposas, por lo que establecieron familias con mujeres nativas. Esta realidad hace distinguir a la colonia canaria de los peninsulares en Venezuela. Una vez finalizada la colonización de la Capitanía General de Venezuela se establecerán las mujeres peninsulares en los comienzos del siglo XVII.
Por no ser Venezuela tierra de Virreinato, el comercio paralelo o contrabando con las islas del Caribe fue una actividad importante llevada a cabo en su inmensa parte por canarios lo que llevaría a las permanentes disputas con los vascos, quiénes controlaban el comercio con la península a través de Veracruz por medio de la Compañía Guipuzcoana en el puerto de La Guaira. Poblaciones como San Carlos de Cojedes, San Juan de los Morros y Calabozo fueron fundadas por canarios quienes se dedicaron a la cría del ganado vacuno, el cual era sacado por el río Orinoco y llevado como contrabando a las Islas del Caribe, principalmente Barbados, donde era empleado como carne y para trabajar en los campos de caña de azúcar.
Otra actividad muy apreciada por los canarios fue la actividad pesquera la cual ejercían como destacados comerciantes en Cumana, Barcelona y Macuto. El cultivo del Cacao se desarrolló con mano de obra canaria en las tierras de Yaracuy y el Tuy paralelo a los cultivos de los mantuanos de este producto con mano de obra esclava, mientras que los canarios lo desarrollaron en comunidades de familias y con la finalidad de sacarlo como contrabando con destino a Curazao. Cabe destacar el rol de los canarios como comerciantes con esta isla antillana principalmente desde Puerto Cabello. Como dato curioso podemos destacar que la arquitectura de los balcones de las edificaciones de este puerto son de incuestionable estilo canario.
De esta actividad agrícola conviene destacar a un canario procedente de Teror quien llegó como capitán a Caracas y cuya familia ya era reconocida como productores de azúcar en Las Palmas de Gran Canaria, se trataba de Juan Bernardo Rodríguez del Toro un descendiente de judíos conversos quien se convertiría en uno de los mayores terratenientes de Venezuela logrando comprar el título nobiliario de Marqués del Toro y quien llegó a tener tres buques con los cuales sacaba sus productos con destino a México. Su hijo Francisco Rodríguez del Toro e Istúriz, segundo Marqués del Toro, extendió la fortuna como terrateniente y comerciando sus productos con Veracruz y La Habana. Por otra parte el Marqués de Mijares desarrolló importantes regiones agrícolas en Los Altos Mirandinos con comuneros procedentes de las Islas Canarias. Apellidos como Ribas, Paz Castillo, Aponte y Bolívar procederán de las islas Canarias. Para mediados del siglo XVIII el 80% de los españoles serán de origen canario. De esta manera un sector de los canarios lograron también nivelarse como criollos junto a los vascos, paralelo a la actividad económica de los isleños de bajo y mediano nivel social y económico lo que terminará en disputas y rebeliones preindependentistas durante el final del siglo XVIII el cual comentaremos en una próxima entrega.