El pensamiento político moderno, entendido éste como una mezcla de poder e influencia dentro de un contexto histórico determinado, tuvo en Henry Kissinger (1923-2023) un referente clave. En una sola persona encontramos al actor y al pensador, al diplomático y al provocador; a un visionario de largo aliento (con el suficiente olfato callejero) para sacarle siempre el jugo al aquí y al ahora.
Hoy resumiremos algunas de las ideas principales de su pensamiento político y daremos una pequeña lista de textos para acercarse a un corpus teórico que dialogaba tanto con el pasado más lejano, como con el futuro más inmediato.
Temas
1.- El mundo ético.
Toda decisión política exterior se debatía en una tensión creciente entre los objetivos y alcances del interés nacional, frente a las negociaciones y concesiones que debían darse para que cada toma de decisiones políticas fuese efectiva en su diseño, muchas veces redefiniendo posiciones en una suerte de juego de ajedrez de múltiples dimensiones.
2.- El contexto histórico.
Al igual que muchos predecesores en su disciplina que observaban la unión del tiempo y el espacio en función del poder político (o la guerra) Kissinger aprendió las lecciones de Aristóteles, Toynbee o Metternich. No existe una decisión de interés nacional que no tenga una conexión con su dimensión geográfica, espacial o energética. Cada lección histórica podía repetirse o no y para ello había que encontrar patrones que permitieran prever motivaciones y conductas de cada país o nación, de forma que cada estrategia internacional se moviera en una dirección segura en función de la expansión o la constricción
3.- El orden global:
El mundo cambiaba rápidamente, muchas veces los países o potencias transformaban su mundo circundante antes de cambiar internamente. El orden global no era una excepción, por lo tanto los Estados en expansión, la tecnología, el comercio y las nuevas mercancías promovían la necesidad ineluctable de cooperación en todas las áreas vitales: desde materias primas hasta intercambio educativo. Los retos nacionales ahora serían retos globales
4.-Negociación y diplomacia:
En función del interés nacional proponer estratégicamente es clave. Las relaciones internacionales necesitan de diálogo y compromiso como herramientas esenciales para mantener la máquina de la comunicación post toma de decisiones, siempre aceitada.
5-. Equilibrio de poder:
Para evitar conflictos y frente a cualquier potencial abuso o de poder o dominio de una sola potencia el equilibrio o balance entre naciones es fundamental. Con un sistema político internacional estable y colaborador en todos sus centros de gravitación toda alianza estratégica es potencialmente útil para esas relaciones diplomáticas, comerciales, militares y tecnológicas.
6.- La Realpolitik:
La política internacional se mueve sobre una realidad compleja. Un enfoque pragmático debe mirar al menos tres puntos: balance de poder, intereses nacionales y la búsqueda de la estabilidad en esas relaciones internacionales. De cierta manera, se trata de propiciar cooperación a través del respeto, aceptando las ventajas comparativas de cada potencia, sea ésta grande o mediana.
Algunas obras
A estas ideas se le agregan la lectura de al menos cuatro de sus principales obras, entre decenas de entrevistas, ensayos, conferencias y discursos:
On China (2011)
Aquí Kissinger revisa la política exterior china a la luz de su cultura e historia. Viendo que inevitablemente el gigante asiático se levanta como un poder global, su principal objetivo es proveer un análisis profundo que retrate las oportunidades y retos entre Estados Unidos y China; haciendo énfasis en las diferencias entre sus pueblos y sistemas políticos. A pesar de coincidir en el modo de producción capitalista el reto estriba en crear élites que entiendan que la libertad es consustancial a Estados Unidos y la obediencia social es medular al modelo chino.
A World Restored: Metternich, Castlereagh and the problems of peace (1957)
Una reflexión que anima toda su obra posterior. Luego de las guerras napoleónicas un nuevo mundo se abre ante Europa y América. La paz no se construye ni fuera de las guerras inevitables en el continente ni dejando de lado las conquistas de las revoluciones del siglo XIX. Casas reales, ejércitos, bancos, congresos, periódicos y comercio son engranajes de un todo que harán que (junto al oro, la pólvora y al papel moneda) se presenten como los precursores de una transformación de las sociedades, primero transatlánticas y luego pacífico orientales.
World Order (2014)
El concepto de orden mundial es revisado históricamente a lo largo del siglo XX. Desde su origen filosófico kantiano pasando por su contraparte geopolítica prusiana, así llega hasta nuestros ideas con sus distintos giros y desplazamientos. De nuevo la estabilidad, la cooperación y el conflicto son las piezas de un tablero que incluye a organizaciones transnacionales, multilaterales (o poderes económicos globalizados) que deberán sortear las arenas movedizas de un mundo con guerras focalizadas, pero potencialmente mundiales
Diplomacy (1994)
Recoge sus propias experiencias en el campo de las intervenciones y retrocesos. Repleta de un metalenguaje lleno de tácticas, negociaciones, aciertos y desaciertos internacionales, vemos cómo los asuntos globales pasan por el ojo de quien analizando ex post facto, también supo entender tempranamente que el riesgo político se basa tanto en regularidades previsibles como en incertidumbres y vacilaciones.