En diciembre de 2022, Cristiano Ronaldo volvió a España.
Los rumores de que firmaría de nuevo por el Real Madrid, donde jugó nueve temporadas, no paraban de crecer en redes sociales.
Luego de tener unos duros meses en los que perdió un hijo durante el parto de su mujer, presuntamente sufrió una depresión, fue eliminado en medio de lágrimas del que será probablemente su último mundial y fue apartado del Manchester United, algunos afirmaban que el presidente del Real Madrid ejecutaría una especie de rescate, dándole al portugués un contrato de unos seis meses para que volviera al equipo a ver algunos minutos, sentirse importante y tal vez anotar algunos goles para recobrar un poco la alegría que claramente había perdido.
Pero los rumores, para tristeza de muchos fanáticos, se acabaron pronto. En cuestión de horas trascendió que Ronaldo solo había pedido permiso a Florentino Pérez para utilizar el campo de entrenamiento del club merengue con la intención de mantenerse en forma mientras conseguía un nuevo equipo tras rescindir su contrato con el United.
Aquel viaje a Madrid se interpretó también como un intento desesperado de la estrella de la selección de Portugal por mantenerse en el fútbol europeo, pero sobre todo en la Champions League, pues incluso su representante lo habría ofrecido al humilde Eintracht Frankfurt de Alemania, que había clasificado a los octavos de final de este campeonato.
Cristiano aparentemente estaba dispuesto a bajarse el sueldo con tal de jugar esta copa europea, que es considerada como la más competitiva del mundo y en la que él se ha posicionado durante años como el mejor, siendo el jugador con más goles (141) y más asistencias (42) de la historia, además de que ha firmado decenas de partidos legendarios que lo ayudaron a tener el apodo de Mr. Champions.
Si es que hace falta contexto, la Champions tiene muchísimo prestigio, por lo cual Cristiano estaba obsesionado con encontrar un equipo en el que pudiera jugarla. Era eso o marcharse lejos de Europa atraído por algún contrato escandaloso. Se habló de la posibilidad de que jugara en el Chelsea, Bayern o Borussia Dortmund, pero al final terminó firmando por el Al Nassr FC de Arabia Saudita, donde gana un salario récord que está por encima de los 200 millones de dólares al año.
Como se trataba de su retiro de la élite del fútbol, sus detractores y la prensa internacional no tardaron en burlarse o cuestionar su decisión. Nadie imaginaba lo que estaba a punto de pasar.
Sin precedentes
En las últimas semanas la cuenta de Twitter del periodista Fabrizio Romano no para de publicar el emoji de la bandera de Arabia Saudita.
Romano, reconocido como una de las fuentes más confiables del mercado de traspasos en el fútbol, ha tenido bastante trabajo informando sobre los fichajes inusuales y extraordinarios que se han realizado hacia la Saudi Pro League.
En el pasado reciente clubes de distintos países han gastado grandes cantidades de dinero para traer fichajes estelares con la intención de levantar el nivel de sus ligas locales. Los casos más importantes son los de China y Estados Unidos.
En el torneo chino en algún momento jugaron futbolistas que habían militado en equipos importantes de Europa como el brasileño Hulk, el colombiano Jackson Martínez, el argentino Ezequiel Lavezzi o el nigeriano Obafemi Martins. En la MLS, mientras tanto, estuvieron David Beckham, Thierry Henry, Zlatan Ibrahimovic y este año se concretó el traspaso de Lionel Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba.
La clara diferencia es que mientras en China y Estados Unidos se fichaban o se fichan jugadores que claramente ya no estaban para competir al máximo nivel -con la excepción de Messi, Busquets y Alba-, en Arabia Saudita los futbolistas que han llegado en este mercado de fichajes, y que van a seguir llegando, entran en el renglón de la élite o incluso la súper élite.
Entre ellos están Karim Benzema, reciente ganador del Balón de Oro y exfutbolista del Real Madrid; Sadio Mané, quien fue votado en los premios The Best 2022 como el sexto mejor jugador del planeta; el campeón del mundo N’Golo Kanté; y Marcelo Brozović, quien jugó la última final de Champions con el Inter de Milán y que este verano fue pretendido por equipos como el Fútbol Club Barcelona.
Pero además de futbolistas veteranos y de renombre, lo que sorprende de esta ola de fichajes está en la variedad de posiciones y en la juventud. La lista es larga y la mayoría son jugadores que pudieron mantenerse al máximo nivel por al menos tres o cinco años. Tal es el caso de Rúben Neves, Sergej Milinkovic-Savic, Kalidou Koulibaly, Riyad Mahrez, Allan Saint-Maximin, Roberto Firmino, Seko Fofana, Alex Telles, Fabinho, Jota y Jordan Henderson.
Los fichajes han dado para varios debates en internet y la idea de que la liga saudí de alguna manera está matando el fútbol europeo se ha empezado a posicionar. Algunos fanáticos no paran de hablar de la influencia de Cristiano Ronaldo en todos estos movimientos, mientras otros le restan importancia a la presencia del delantero en suelo árabe, asegurando que todo este extraño fenómeno que está ocurriendo se debe únicamente al dinero.
¿Quién tiene la razón?
Si bien es cierto que los altos salarios que se están ofreciendo tienen mucho que ver en todo lo que ha pasado, sería ilógico atribuirle todos los méritos al poder económico, teniendo en cuenta que en el pasado ya se habían hecho esfuerzos por intentar fichar grandes jugadores pero, antes de la llegada de Cristiano, era Anderson Talisca, un delantero brasileño que nunca pudo brillar en el fútbol europeo, quien estaba considerado como el mejor jugador de la liga.
Este debate sobre el dinero o la presunta influencia de Ronaldo en todo lo que está pasando se acentuó cuando el propio futbolista portugués se pronunció al respecto. “No voy a volver (a Europa). He abierto la puerta y ahora todos los jugadores están viniendo. Mi decisión fue crucial para incorporar grandes jugadores”, aseguró tras un partido de pretemporada. “La liga saudí ha mejorado y el próximo año será todavía mejor. Paso a paso creo que esta liga estará entre las 5 mejores del mundo, pero necesita tiempo, jugadores, infraestructura, pero creo que este país tiene un gran potencial y extraordinarios aficionados. La liga será grandiosa”.
Jóvenes, NBA… y Ucrania
Durante mucho tiempo se ha evidenciado que la influencia de Cristiano Ronaldo es increíblemente absurda.
La celebración que suele hacer cada vez que marca un gol, la cual involucra un salto con vuelta en el aire para caer con pies y brazos extendidos mientras hace un fuerte grito uniendo un sí extenso con una u al final, ha sido replicada e imitada tanto por jóvenes promesas de diversos equipos como por jugadores consolidados.
El festejo es tan irresistible que los aficionados que asisten a los estadios no pueden evitar unirse, en plena coordinación, para acompañar el grito del “Siu”, sea Cristiano quien marque el gol o no.
Este año Rodrygo, una de las principales estrellas del Real Madrid, usó la celebración tras marcarle al Chelsea en un partido de cuartos de final de Champions y cuando se le preguntó por qué lo hizo, afirmó que en el momento no sabía cómo reaccionar y que simplemente pensó en su ídolo.
Para sorpresa de muchos, en abril de 2022 fue noticia que un jugador de las inferiores del Barcelona, el principal rival del Real Madrid, marcó un gol y lo celebró como Cristiano. Pero la cosa no se queda ahí: esta celebración también ha sido imitada por estrellas de otros deportes.
Aunque si se quisiera demostrar lo absurdamente popular que se ha vuelto, se podría poner como ejemplo un video viral en el que aparecen unos soldados ucranianos haciendo el gesto de Cristiano mientras disparan un misil. “Soy fanático de Messi, pero tengo que dárselo a Cr7, es literalmente un ícono cultural”, escribió un usuario en Twitter para hacer referencia a ese extraño y siniestro video.
Otro ejemplo de lo que puede lograr por ser, entre otras cosas, la persona con más seguidores en redes sociales del mundo se demostró durante la Eurocopa 2020, cuando le bastó mover con desprecio una botella de Coca-Cola para que la empresa registrara pérdidas millonarias, aunque hay algunos que afirman que fue una casualidad y que su gesto no tuvo nada que ver.
Cristiano también destaca como el principal ídolo de una generación de estrellas que empiezan a posicionarse como los mejores jugadores del mundo. En la lista aparecen, Erling Haaland, Vinícius Júnior y Kylian Mbappé, quienes fácilmente podrían ser considerados como los tres mejores jugadores del mundo y todos tienen a Cristiano como su máximo referente.
La admiración hacia él tiene muchísimo sentido si se tiene en cuenta que esta generación de futbolistas estaba entre la niñez y la adolescencia cuando Cristiano hizo historia en el Real Madrid, marcando 450 goles y firmando partidos inolvidables que lo ayudaron a ganar 16 títulos, entre ellos cuatro Champions de las cuales tres fueron ganadas de manera consecutiva, algo sin precedentes y muy difícil (o quizás imposible) de igualar.
Superliga y Kings League
En sus declaraciones sobre cómo su influencia habría ayudado a que llegaran estrellas del fútbol mundial a la liga saudí, Cristiano habló de la presunta decadencia del fútbol europeo, afirmando que solo la liga inglesa mantiene un alto nivel. “El fútbol europeo ha perdido mucha calidad. La única válida y que sigue funcionando bien es la Premier League. Están muy por delante de todas las demás ligas”.
Lamentablemente no ha sido el único que se ha referido a este tema.
En 2021 Florentino Pérez, el poderoso presidente del Real Madrid, anunciaba la creación de la Superliga, un torneo con 20 de los mejores equipos de Europa como reemplazo para la Champions League. La idea, que era un poco ambigua e insólita, no tardó en recibir respuestas contundentes por parte de la UEFA.
Pérez justificó toda esta movida de poder, que no llegó a concretarse, en el argumento de que el fútbol era cada vez menos atractivo para los jóvenes y que, de alguna manera, había que salvarlo. “No podemos permitir que los jóvenes amen cada vez menos el fútbol porque los partidos que ofrecemos son menos atractivos. No podemos permitirlo, debemos reflexionar todos juntos y dar a los jóvenes, que representan el futuro, también del fútbol, lo que esperan de nosotros. En eso estamos trabajando y lucharé con todas mis fuerzas para que el fútbol no pierda su posición de privilegio y para que siga siendo el deporte rey en todos los continentes”.
La idea de Pérez era que el fútbol tuviese más nivel y que fuese más atractivo.
No precisamente enfocado en el nivel, pero sí en lo atractivo, un año después Gerard Piqué, exfutbolista del Barcelona y de la selección española, montaba su propia liga junto a un grupo de streamers famosos, entre los que destacan Ibai Llanos y el exfutbolista Sergio Agüero. La llamó Kings League.
El torneo de Piqué, que es de fútbol 7 y ha contado con la participación de grandes exestrellas mundiales como Ronaldinho o Andriy Shevchenko, tuvo un Draft en el que entraron algunos jugadores de equipos de tercera división en España y exjugadores de fútbol profesional, como el venezolano Gabriel Cichero o el argentino Nico Pareja.
Con una serie de reglas particulares, que incluyen dados y cartas mágicas, la Kings League en poco tiempo logró acumular cientos de miles de seguidores en redes sociales, además de millones de reproducciones en sus partidos y posteriores debates que realizan los presidentes de los equipos, plagados de discusiones subidas de tono y unos cuantos chistes.
El producto de Piqué no cayó bien en algunas esferas de poder del fútbol español.
Consultado sobre ello, Javier Tebas, presidente de LaLiga, no dudó en catalogar esta liga como un circo. “Es como si nos dicen que Pasapalabra va a ser competencia de la liga. Lo único que se parece es que se juega con un balón y que hay que meter goles”, dijo Tebas en enero de 2023.
Dos meses después, el estadio Camp Nou del Barcelona, uno de los más importantes de la liga de Tebas, fue el escenario de la primera final de la Kings League que metió más de 92 mil personas.
“Evento del año. Esto es una puta fumada. Vengo de hacer una final de la Copa del Mundo hace 3 meses con Messi en el campo y había menos gente. Que cojones”, publicó Misterchip en su cuenta de Twitter.
Para la segunda temporada de la Kings League la reacción de Tebas fue diferente e incluso dijo tener un equipo favorito.
Entonces, en un contexto en el que importantes figuras del fútbol mundial hablan de un desinterés de los jóvenes por este deporte, y un “circo” mete más gente que un partido ordinario de cualquiera de las ligas más importantes del mundo, en Arabia Saudita varios equipos han sacado enormes cantidades de dinero para armar una liga plagada de nombres importantes, empezando por el de Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la historia y considerado por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos.
Pero más allá de lo que estos fichajes importantes pueden representar para una nación sin tradición futbolera y que no ha estado acostumbrada a ver tantas estrellas juntas, lo que hay detrás de todos estos movimientos podría considerarse como macabro y siniestro.
Lavado deportivo
Cristiano Ronaldo no fue la primera súper estrella del fútbol que llamó la atención de personas poderosas en Arabia Saudita para aceptar contratos millonarios. Primero lo hizo Lionel Messi, aunque no precisamente para jugar fútbol.
El astro argentino tiene un contrato con el gobierno de Arabia Saudita en el que podría recibir unos 25 millones de dólares, durante tres años, tan solo por unas publicaciones en redes sociales o hacer algunas apariciones comerciales en esta nación.
Parece un contrato inocente, pero el New York Times reveló que una de las condiciones más importantes es que Messi no puede decir nada que “manche” a Arabia Saudita.
Expertos califican esta estrategia como lavado deportivo (sportswashing): es decir, usan los deportes o las figuras deportivas para encubrir el historial de violaciones a los derechos humanos que tiene el país.
“En los últimos años, Arabia Saudita ha gastado miles de millones en grandes inversiones en deportes profesionales: la compra de un equipo de fútbol de la Liga Premier de Inglaterra, combates de boxeo de campeonato, una fecha en el calendario de carreras de autos de la Fórmula Uno, y, más recientemente, una osada incursión en el golf profesional”, destaca el New York Times, quien menciona el criticado trato hacia las mujeres en este país y también recuerda el asesinato del columnista de The Washington Post, Jamal Khashoggi.
El medio estadounidense también resalta que, en 2021, en medio de las noticias que vinculaban a Messi con Arabia Saudita, familiares de disidentes saudíes instaron al jugador a rechazar la oferta de patrocinio. “El régimen saudí quiere utilizarte para limpiar su reputación”.
Cambio total
El fútbol árabe está lejos de tener el nivel del fútbol europeo. No hay ningún tipo de dudas sobre eso.
Pero, ¿podría llegar a ser una amenaza o posicionarse entre las cinco principales ligas del mundo en unos años, como ha vaticinado Cristiano Ronaldo?
Para serlo, tendrían que ocurrir varias cosas y algunas ni siquiera están vinculadas al dinero.
El fútbol europeo sigue siendo el número uno simplemente porque es el que tiene más prestigio y la mayoría de los jugadores de los clubes de este continente son los que por lo general terminan jugando torneos importantes de selecciones, como la Copa del Mundo.
Así que todo el revuelo que se está armando podría tratarse de una burbuja.
Sin embargo, jugadores como Cristiano, Mané o Brozovic seguirán jugando con sus respectivos países mientras engordan sus cuentas bancarias. ¿Podría ser este un ejemplo peligroso? ¿Podrían más jugadores jóvenes de la élite ser tentados por el fútbol de Arabia Saudita, si asumen que tienen la oportunidad de ser multimillonarios jugando en una liga que empieza a ser competitiva, lo que implicaría no tener que renunciar a sus selecciones a pesar de ya no estar en Europa?
Mientras este artículo se está publicando Fabrizio Romano y su equipo deben estar organizando la información que han obtenido en las últimas horas sobre algún nuevo fichaje importante en la liga saudí.
El mercado ha cambiado. Lo dijo el propio Guardiola: “Creo que Arabia Saudita cambió completamente el mercado. Hace unos meses, cuando Cristiano fue el primero en llegar, nadie pensaba que tantos jugadores de primer nivel, extraordinarios jugadores, también jugarían en la liga saudita. En el futuro habrá más. No es una amenaza, es una realidad. Quieren crear una liga fuerte y hasta ahora son los que pueden hacerlo”.
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