No fue nada fácil reunir al grupo inicial del Movimiento Calvo Mundial. Para los promotores del evento resultaba imperioso agrupar a las cabezas más brillantes en el escenario internacional. Sin embargo, las discrepancias internas ya no se podían ocultar ni con implantes. Era evidente que en aquél movimiento la unidad no sería posible. En ésta, como en otras corporaciones, cada cabeza es un mundo. Desde sus orígenes, tres corrientes de pensamiento dividen la necesaria unidad del MOCALMU. La primera tendencia que se presenta con mucha fuerza es la denominada Corriente del Supremacismo Calvo.
Los supremacistas a través de su líder Walter Calvin, defienden la pureza de su estirpe, se consideran la cúspide en la trama evolutiva. Afirmó Calvin: “dejaremos constancia de la superioridad evolutiva de quienes han pasado del mono cubierto de vellosidades, al homo sapiens desprovisto de horrenda pelambre”.[1] Se trata de luchar por ocupar el lugar merecido por quienes representan la culminación de la escala evolutiva. Para Walter Calvin la supremacía calva “ya está demostrada en los trabajos de Darwin sobre la evolución de las especies”.[2]
Cuando el señor Calvin llegó al lujoso hotel, El Pelón de Gibraltar donde se efectuó la reunión, se produjo una gran algarabía. Afuera, los grupos ecológicos protestaron su llegada. Entre tanto, en la sala de reuniones del hotel, los seguidores del líder supremacista voceaban la consigna ¡Ni en los parietales, ni en el occipital, ni un pelo atrás! mientras agitaban sus cabezas con los puños en alto. Sin duda, el radicalismo expresado por esta tendencia era visto como una amenaza para otros de los presentes, cuya calvicie no era genética sino adquirida por errores en el uso de cosméticos.
Los grupos ecologistas son contrarios al discurso de Walter Calvin pues lo consideran promotor de la tala y quema indiscriminada mediante el uso de tintes, planchas y desrizantes que han contribuido con la desertificación de las testas. El insólito movimiento formado esencialmente por hippies viejos, define a los líderes del MOCALMU como criminales ambientales. Con pancartas y grafitis, los acusan de promover la destrucción del hábitat natural de piojos, pulgas, garrapatas y otros ectoparásitos que han convertido en santuario las pelambres poco intervenidos por el hombre y la mujer. ¡Tienen derecho a la vida! Afirman los defensores de la fauna silvestre capilar.
La segunda línea ideológica claramente identificada dentro del Movimiento Calvo Mundial es la denominada Los Nostálgicos del Brylcreem o Grupo Centrista. Se trata de una facción muy numerosa de calvos cuya alopecia afecta el centro y la coronilla, pero mantienen cabello en los parietales, en el occipital, y a veces conservan una isla-copete en la zona frontal. Los supremacistas los acusan de nostálgicos pues se aferran al pasado a través de los reliptus que persisten, lo cual les impide tomar la decisión final que implica el uso de la máquina cero-cero en toda su cabeza.
Muchos de estos, dejan crecer varios metros el cabello de las zonas no desertificadas y lo proyectan sobre el centro y las zonas deshabitadas. Otros usan coleta de matador. Walter Calvin, crítico acérrimo de tales prácticas, considera débiles de carácter a los nostálgicos centristas. Muestran terror a los cambios bruscos en la dirección de los vientos. Eventualidad que los obliga a caminar en dirección contraria al terrible despeinado de sus copetes laboriosamente diseñados con fijador.
La tercera corriente está representada por el sector femenino el cual está dirigido por una tenaz luchadora por la igualdad de derechos para las mujeres: se trata de Lucrecia Riza Elrizo quien coincide parcialmente con algunas de las tesis radicales, pero rechaza otras. Según Lucrecia, la ausencia de vellosidades en buena parte del cuerpo femenino prueba la tesis evolucionista que implicó la conversión de las monas en mujeres. Su movimientorechaza el depilado de las axilas y partes íntimas porconsiderarlo una imposición heteropatriarcal. Sin embargo, para ella la cabeza rapada y la depilación deben ser opcionales. Sostiene que donde hay pelo hay alegría y si sobreviven las canas, igual ocurre con las ganas. Defiende la depilación de las cejas para luego pintarlas con tinta indeleble. !Es un acto liberador!, afirma Lucrecia. Exige flexibilidad frente a los tintes con colores fucsia para quienes no deseen el rapado de las melenas o desean desestresarse rizando el rizo y mascando chicle.
Antes de la plenaria, momento en el cual se someterán a votación las propuestas finales, se crearon tres mesas de trabajo para discutir varios temas cruciales:
1.- En la mesa No. 1 se debatió largamente la propuesta presentada por Roger Delpelo Blanco, quien es directivo de una empresa de cosméticos y está promocionando un producto que responde a las necesidades de los nostálgicos. En la publicidad presentada se dice: “No espere milagros, tome RESIGNACIÖN y olvídese de la caída”. La mesa aprobó la promoción del producto. Luego pasaron a la discusión de una larga lista reivindicativa.
2.- En la mesa No. 2 se debatieron varios temas complejos:
2.1. Calvicie y fuga de cerebros: La cabeza sin pelos, ¿facilita el camino a la fuga del cerebro?
2.2. El Pelo Malo: Moral y ética del pelo ensortijado. ¿Malo por resistente o porque se fue para no volver?
2.3. El Pelo Rebelde: Orígenes históricos de la lucha capilar.
2.4. Los Poco Pelo: Estadísticas básicas para determinar cuántos quedan. ¿Con qué cuentas?
2.5. Calvicie y Estereotipos: El calvo alto, atlético, triunfador: ¿Modelo de laboratorio? El calvo chaparro, gordete y barrigón: ¿odia al mundo por su condición?
3.- La mesa No. 3 dio señales conflictivas desde el principio. Fue un error colocar en el mismo grupo a Walter Calvin y Lucrecia Riza Elrizo. El primero insistía en sus tesis supremacistas con la asociación calvicie-masculinidad. La segunda en cambio, insistía en luchar contra la exclusión, la incorporación del movimiento calvo a las corrientes LGBTQ+. Exigía agregar la letra C al acrónimo incluyendo la celebración del mes de orgullo calvo. En tanto, Walter no estaba dispuesto a tolerar dudas sobre la condición MACHA del movimiento.
Cuando se llamó a la plenaria y se inició la lectura de los acuerdos, era evidente la fragmentación del Movimiento Calvo Mundial. A duras penas, Roberta LaCaspa como relatora encargada, inició la lectura de las bases programáticas. Desde ese momento se empezaron a escuchar los reclamos de quienes consideraban descabelladas las propuestas. El MOCALMU se dirigía al mundo para exigir:
-El derecho a prescindir del champú y sustituirlo por pulimiento.
-El derecho a pensar en el Calentamiento Global con cabeza fresca.
-El derecho a mantener la frente en alto y declarar el día del orgullo calvo.
-El derecho a contar con estilistas en las barberías.
-El derecho a tarifas preferenciales por brevedad del trabajo de los barberos (…)
Los gritos desenfrenados de Lucrecia Riza Elrizo interrumpieron la lectura. La dama en cuestión acusaba a Walter Calvin de mantener un acuerdo oculto con sectores encopetados. Lo acusaba de traidor, mientras Walter la acusaba de torpedear el MOCALMU para convertirlo en apéndice del LGBTQC+. ¡Esa vaina si que no! Gritaba a todo dar. Y por si esto fuera poco, entre los Nostálgicos del Brylcreem se produjo una triple escisión: el ala radical formada por los Pelo Malo (PeMa), se enfrentó al sector moderado de los Pope o poco pelo. Los PeMa acusaban a los Pope de manipular las estadísticas para maquillar los índices de permanencia capilar, aparentemente favorables a los pelo malo. Pero también del grupo de los PeMa surgió la facción Pelo Chicha exigiendo se tomara en cuenta su mayor liquidez.
Los gritos provenían desde todas las direcciones. Los esfuerzos de Roberta LaCaspa para calmar los ánimos resultaron infructuosos. Después de varios intentos por apaciguar el ambiente, debió llegar a la conclusión de que el Congreso Calvo Mundial, desde el principio resultó ser un evento tomado por los pelos.
[1] Diario Sin pelos en la lengua. Vocero oficial del Movimiento Supremacista Calvo. Edición 02.04.2024-p 6
[2] Ibídem