Hong Kong vive días más difíciles que de costumbre.
Esta semana 15 diputados pro democracia renunciaron al parlamento, luego de que destituyeran a cuatro de sus compañeros. “Nosotros, el campo prodemocracia, apoyamos a nuestros compañeros que han sido descalificados. Dimitiremos en bloque”, dijo Wu Chi wai, representante de los parlamentarios rebeldes.
Con esta acción, el Consejo Legislativo por primera vez desde 1997 no tendrá voces críticas contra Beijing.
Algunos creen que ha muerto “un país, dos sistemas”, otros lo ven como un acto de rebelión que abre un nuevo escenario de lucha contra el Partido Comunista de China. Hilos de América habló con Camilo Bello, Coordinador de Estudiantes por la Libertad para Hong Kong y Taiwán, sobre el oscuro panorama que le depara a la entidad, lo que podría hacer la oposición y cuál posición tomaría la comunidad internacional.
¿Cuáles son tus primeras reacciones ante la dimisión en bloque de los diputados pro democracia?
Es la evidencia de que “un país, dos sistemas” no es viable cuando se tiene al Partido Comunista de China de por medio. Beijing ha estado intensificando su control sobre Hong Kong desde 2014 y con las recientes protestas que buscaban libertad y democracia, China ha tomado decisiones contundentes usando todos los medios legales y de facto posibles para socavar el Estado de Derecho que en Hong Kong se reglamentaba a partir de la ley básica.
Desde la implementación de la Ley de Seguridad Nacional por parte del régimen chino, Hong Kong perdió su libertad. El parlamento de Hong Kong perdió sus potestades puesto que ahora depende de la Asamblea Nacional haciendo que Beijing pueda, por ejemplo, destituir y perseguir no sólo a los ciudadanos sino también a los parlamentarios que hagan ejercicio incorrecto de su curul; es decir, que vayan en contra de las disposiciones del Partido Comunista Chino. A esto le sumamos que el Ejecutivo en cabeza de Carrie Lam es fiel a Xi Jinping.
¿Crees que llegó el fin de ¨un país, dos sistemas¨? ¿Qué panorama le depara a Hong Kong?
“Un país, dos sistemas” fue un acuerdo entre Inglaterra y el régimen chino en 1997. Le permitió a los ciudadanos de Hong Kong continuar bajo las leyes británicas que otorgan libertad. Por ejemplo, Hong Kong gestó el desarrollo de una prensa libre, economía abierta, libertad de expresión y es refugio para las víctimas del Partido Comunista Chino.
Esto hizo que los ciudadanos tomaran con mayor desconfianza el sistema de una sola China. Los hongkoneses comenzaron a identificarse más con los valores de libertad que con los del nacionalismo chino, logrando que estudiantes, activistas y la comunidad en general, se levantaran en contra de temas como la educación nacional y en busca de una democracia real.
Lo anterior es visto por Beijing como intentos independentistas, sumado a que las protestas crearon un ambiente de esperanza para la región; por ejemplo, Taiwán se fortaleció y se evidenciaron las violaciones a derechos humanos por parte del Partido Comunista.
Estas manifestaciones hicieron que China se sintiera amenazada ante una ciudadanía libre y decidió acabar con la ley básica de Hong Kong.
¿Cómo piensas que actuarán la oposición y los disidentes en los próximos días? ¿Volverán las protestas masivas a las calles?
Los opositores han entendido que sin la ley básica, todo su trabajo será perseguido y no tendrá futuro bajo el esquema de la Ley de Seguridad Nacional. Los parlamentarios han expresado su intención de continuar defendiendo la democracias por vías distintas, sin especificar cuáles, teniendo en cuenta que Hong Kong es dominada ahora por el totalitarismo. Sin libertad de expresión, salir a las calles representa un riesgo muy alto.
En medio de este acoso constante de China contra Hong Kong, cuya única intención parece ser el hecho de romper por completo lo que queda de libertad, ¿consideras que la oposición ha cometido errores significativos?
La intención de China es tomar el control sobre Hong Kong. No considero que haya habido errores por parte de la oposición. A diferencia de muchas democracias occidentales, en Hong Kong la oposición no es representada únicamente por sectores políticos, por ejemplo, las protestas fueron netamente ciudadanas, los partidos y movimientos políticos fueron accesorios.
Hubo protestas violentas y los parlamentarios no actúan siempre en bloque, pero siempre están acorde a la ley básica. La oposición respeta y actúa en el marco de la ley básica, no en el de la ley China. Seguramente para los defensores de China, un error significativo fue salir a protestar.
¿Crees que después de la dimisión en bloque de los representantes de la oposición, China acelere sus métodos arbitrarios y represivos contra los ciudadanos en Hong Kong?
Desde la imposición de la Ley de Seguridad Nacional, China ha acelerado su accionar en Hong Kong. Desde entonces la oposición ha hecho una labor más bien simbólica, puesto que ahora el parlamento de Hong Kong es subsidiario de la Asamblea Nacional desde Beijing.
Con la aplicación de esta ley nacional, China acabó con los dos sistemas, ya implementó la educación nacional, y ha perseguido a líderes políticos, estudiantes y la prensa. Poco a poco Hong Kong se ha venido convirtiendo en China; es decir: ciudadanos bajo un régimen totalitario.
¿Cómo catalogas la reacción de la comunidad internacional a los últimos meses de lucha de los hongkoneses, y qué esperas que hagan ahora?
Sin duda el apoyo más significativo ha venido de la Administración Trump, junto con Inglaterra, Australia y algunos países de la Unión Europea. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha realizado un trabajo fundamental en defensa de la lucha en Hong Kong y de las víctimas del Partido Comunista Chino, como por ejemplo ciudadanos en Xinjiang y el Tíbet.
Pompeo logró articular a la comunidad internacional en torno a la defensa de la libertad y de la democracia. Inglaterra por su parte, ha actuado más en defensa de los acuerdos de 1997 y teniendo en cuenta que aproximadamente 700 mil ciudadanos en Hong Kong cuentan con nacionalidad Británica.
Australia ha defendido el papel de la prensa, muchos ciudadanos australianos son miembros de medios de comunicación en Hong Kong. Estados Unidos e Inglaterra han anunciado nuevas posibles sanciones a China por lo sucedido con los cuatro parlamentarios hongkoneses esta semana.
Dado que Estados Unidos es el principal defensor de la libertad en la región, finalmente es el único país que puede enfrentar a China, se espera que la administración de Biden continúe el mismo camino de Trump, al menos en la defensa de los Derechos Humanos.
Hay un temor en la región principalmente en Hong Kong, Japón y Taiwán, debido a que la Administración de Obama fue la más frágil con China. Los demócratas y Biden han dado su palabra de apoyo a las víctimas y a los hongkoneses. Depende de ellos continuar articulando y fortaleciendo las alianzas en torno a la democracia.