abril 23, 2025

Algunas tesis de Dieter Nohlen que el electoralismo pertinaz parece olvidar

Los sistemas electorales surgen y actúan dentro de estructuras sociales y políticas específicas.

Esto es: Lo que me permite existir me determina. Si hay un sistema corrupto o ineficaz o poco confiable, entonces mi ejercicio se ve al menos comprometido.

Los sistemas electorales heredados pueden tener efectos diferentes y tener una posición funcional distinta en el proceso político.

Esto es: que lo existe puede dar paso a un nuevo régimen ideológico o de poder

Las funciones sistémicas que se atribuyen a los sistemas electorales pueden encontrar sustitutos funcionales.

Esto es: el universo aborrece al vacío. Un ministerio ad hoc puede encargarse de las funciones del órgano electoral inexistente

No es el análisis metateórico o de modelos el que aclara la cuestión de los efectos de los distintos sistemas electorales, sino únicamente el análisis sociológico real

Esto es: cada sociedad, enmarcada en sus dinámicas y tiempos propios,  permiten analizar el cómo, el qué, el por qué y el para dónde.

La importancia del factor del sistema electoral es variable y también cambiante. El efecto que ejerce sobre la estructura del sistema e partidos, los sistemas de elección mayoritaria no producen sistemas bipartidistas; igual que los sistemas de elección proporcional no producen sistemas multipartidistas sino que en todo caso fortalecen tendencias sociales y políticas que apuntan en esta dirección.

Esto es: el sistema electoral reproduce y fortalece los deseos y el estilo electoral del país que vota

En cuanto a principios de representación la elección mayoritaria y la proporcional se distinguen mutuamente según la desproporción que establecen y ocasionan entre votos y escaños. La mayoría de la veces que se constituyen mayorías partidistas, ello sucede como consecuencia del efecto de desproporción de los sistemas electorales. Efecto que es constitutivo de mayorías.

Esto es: Las mayorías siempre generan desproporción electoral

No hay prueba empírica a favor de la tesis de que un sistema electoral específico facilite la alternancia de los partidos políticos en el gobierno. Esta cuestión en realidad depende de las condiciones sociales y políticas concretas.

Esto es: un sistema electoral específico no alterna el poder per se. Es el contexto político y social el que promueve el cambio.

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Joaquín Ortega

Joaquín Ortega es el Editor en Jefe de Hilos de América.

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