Los sistemas electorales surgen y actúan dentro de estructuras sociales y políticas específicas.
Esto es: Lo que me permite existir me determina. Si hay un sistema corrupto o ineficaz o poco confiable, entonces mi ejercicio se ve al menos comprometido.
Los sistemas electorales heredados pueden tener efectos diferentes y tener una posición funcional distinta en el proceso político.
Esto es: que lo existe puede dar paso a un nuevo régimen ideológico o de poder
Las funciones sistémicas que se atribuyen a los sistemas electorales pueden encontrar sustitutos funcionales.
Esto es: el universo aborrece al vacío. Un ministerio ad hoc puede encargarse de las funciones del órgano electoral inexistente
No es el análisis metateórico o de modelos el que aclara la cuestión de los efectos de los distintos sistemas electorales, sino únicamente el análisis sociológico real
Esto es: cada sociedad, enmarcada en sus dinámicas y tiempos propios, permiten analizar el cómo, el qué, el por qué y el para dónde.
La importancia del factor del sistema electoral es variable y también cambiante. El efecto que ejerce sobre la estructura del sistema e partidos, los sistemas de elección mayoritaria no producen sistemas bipartidistas; igual que los sistemas de elección proporcional no producen sistemas multipartidistas sino que en todo caso fortalecen tendencias sociales y políticas que apuntan en esta dirección.
Esto es: el sistema electoral reproduce y fortalece los deseos y el estilo electoral del país que vota
En cuanto a principios de representación la elección mayoritaria y la proporcional se distinguen mutuamente según la desproporción que establecen y ocasionan entre votos y escaños. La mayoría de la veces que se constituyen mayorías partidistas, ello sucede como consecuencia del efecto de desproporción de los sistemas electorales. Efecto que es constitutivo de mayorías.
Esto es: Las mayorías siempre generan desproporción electoral
No hay prueba empírica a favor de la tesis de que un sistema electoral específico facilite la alternancia de los partidos políticos en el gobierno. Esta cuestión en realidad depende de las condiciones sociales y políticas concretas.
Esto es: un sistema electoral específico no alterna el poder per se. Es el contexto político y social el que promueve el cambio.