Alejandra Serrate es una activista boliviana que lleva años luchando contra Evo Morales y su partido. El año pasado participó en lo que llama la “revolución del 2019”, que culminó con el derrocamiento de Morales, luego de que éste intentara un fraude electoral, según denuncias incluso de organismos internacionales.
Tras la victoria de Luis Arce, la activista confiesa tener un sentimiento de derrota, aunque cree que no todo fue en vano: “Logramos que se pudiera restituir un Estado de Derecho cuando renuncia Evo Morales”.
En entrevista con Hilos de América, Serrate habla sobre el futuro de la oposición boliviana y reflexiona sobre cómo podría ser un Gobierno con Arce a la cabeza.
Después de años de lucha en contra de Evo Morales y su partido político, que parecía que podía terminar en las urnas este año, ¿cuál es la sensación que deja el regreso del MAS al poder?
Una sensación de derrota, pero no completamente porque, por supuesto, hubo muchísimas cosas que logramos desde la sociedad civil. Como por ejemplo, que se reconozca el resultado del referéndum del 21 de febrero del 2016.
Logramos que se pudiera restituir un Estado de derecho cuando renuncia Evo Morales, porque su cuarta candidatura, su cuarta reelección, era totalmente ilegal; e incluso también la tercera.
También hay mucha sensación de vergüenza de no haber podido consolidar una oposición al régimen un poco más fuerte y que entendiera las necesidades del electorado boliviano.
¿Cuál sería tu evaluación del proceso electoral? ¿Fue transparente?
Creo que no hubo todos los mecanismos necesarios como para que los bolivianos tengamos la seguridad de que hubo un proceso transparente; sin embargo, los resultados fueron emitidos por el Tribunal Supremo Electoral del país y tienen que ser aceptado.
¿En qué falló la oposición en estos comicios electorales?
Creo que uno de los principales problemas de la oposición nace en la falta de unidad.
No me refiero en torno a un proyecto político, porque creo que el electorado boliviano necesita alternativas, tanto para la izquierda. Pero creo que hubo demasiados ataques entre candidatos opositores durante la campaña electoral que hicieron que el electorado que había sido históricamente masista y había desconocido al masismo durante los últimos dos años de protesta, regresara a ese nicho de izquierda.
¿Volverán los bolivianos a las calles? ¿Hay organizaciones o movimientos sociales y políticos pensando en ello?
Definitivamente los bolivianos han encontrado un nicho en las calles que no se puede negar. Hubo muchísimos años de silencio antes de que pudiéramos realmente realizar la revolución del 2019.
Entonces creo que frente a cualquier abuso, los bolivianos van a volver a las calles y obviamente que hay organizaciones sociales y organizaciones políticas que acompañarán esta decisión.
¿Cuál crees que será la agenda de la oposición para hacer frente a Luis Arce durante los próximos meses?
Creo que la prioridad de la oposición boliviana debe ser, por un lado articular un proyecto político que pueda darle realmente un cumplimiento a las necesidades del electorado boliviano, que no solamente salen de los indígenas, sino también de una clase media que se ha acostumbrado durante 14 años al poder del MAS.
Por otro lado, una cosa muy importante es cambiar el sistema de justicia que tenemos y que depende absolutamente del presidencialismo y el poder de turno.
¿Cómo te imaginas un Gobierno de Luis Arce?
Como opositora durante los últimos 10 años, y conociendo la capacidad de maldad de las acciones del Movimiento al Socialismo (MAS), obviamente me imagino lo peor.
Pero espero lo mejor. Espero que reconozcan el Estado de Derecho, que dejen de manipular la justicia, que no haya una persecución a quienes como yo, trabajamos por restablecer un Estado de Derecho y la democracia.
Definitivamente lo veo con ideas de izquierda, que son ideas naturalmente en contra de la libertad; así que espero realmente que haya un cambio dentro de su partido, que se va a trasladar de alguna manera a un cambio dentro de la organización del Estado.