I.-El Inicio.
Mi nombre es Jhon Cóndor D´los Andes. Vengo del futuro y debo advertirle a la humanidad sobre los peligros del amor por las máquinas. Todo comenzó en Tecnopolis, donde funcionó el Centro Mundial de Robótica e Inteligencia Artificial. Los avances tecnológicos condujeron al más serio dilema moral planteado a los técnicos de Loving Robots C.A, el gigante mundial de la robótica: el mercado requería máquinas capaces de provocar la experiencia del amor puro y sincero. La inteligencia artificial se enfrentó a la Inteligencia emocional.
La mencionada empresa tenía más de una década ejerciendo el monopolio de las muñecas inflables. Su alianza con capital japonés le permitió afrontar la competencia asiática con modelos de cyborgs cubiertos con piel sintética. Estos modelos alcanzaron éxito inicial, pero pronto decepcionaron a los clientes. No se producía el esperado amor de piel, había que programarlo. La opinión general señalaba que el amor programado no es lo deseado.
La decepción fue aprovechada por el equipo chino a cargo del célebre especialista Cha Phu Zhon, ofreciendo máquinas con alta perfomance para satisfacer todos los caprichos del cliente. Oferta engañosa pues la conducta de los artefactos se basó en algoritmos de repetición. Estos terminaron repitiendo las conductas más perversas de los humanos. Los índices de ciber violencia doméstica causaron alarma. Para finales del 2040 las ventas se desploman. Había miedo a comprar un enemigo para dormir con él.
Para finales del 2041 era evidente la violencia doméstico-tecnológica. Se repetía un patrón: los humanos insatisfechos castigaban a las máquinas, y éstas devolvían el castigo. La violencia de los artefactos se frenaba con el control remoto pero, esto los convertía en las víctimas de quienes no podían controlar la ira provocada por el desamor de los artefactos.
Los usuarios, dominados por la rabia, procedían a retirar la piel sintética (despellejar), para luego destornillar sin piedad alguna. A martillazos rompían anillos, bujes, las estoperas y rolineras de la tibia y el peroné. Observaban con sadismo la pérdida de los lubricantes del chasis. Desmembraban el cuerpo de la cyber víctima buscando el alma o el corazón. Deseaban encontrar la microparte donde se supone reside el amor. Los humanos no respetaban ni las tarjetas madre de sus víctimas.
II. La Eterna Insatisfacción
Para el otoño del 2042 el incremento de las cifras de muerte por ciber despecho y la aparición del síndrome depresivo llamado la conexión rota, convirtieron el tema de los Robots Cariñosos en un asunto de salud pública. Las presiones sobre la empresa Loving Robots C.A se hicieron insoportables. Debieron llamar al genio de la corporación Aka Thenyuco, para buscar una solución a la emergencia.
En medio de la crisis,la industria de la soledad humana luce muy promisoria. Las solicitudes de robots de género fluido, poliamorosos y múltigénero, llegan desde todas partes. Muchas señoras desean un modelo clásico programado para la fidelidad conyugal. Demandan artefactos amorosos y fieles, los empresarios odiados por sus empleados, líderes políticos odiados por sus electores, predicadores repudiados por sus ovejas. Hasta los propietarios de mascotas rebeldes, se muestran interesados en perros y gatos robots que satisfagan sus necesidades de afecto.
Para el otoño del 2043, Aka Thenyuco y Loving Robots C.A lanzan tres modelos de alta sensibilidad humana probados en los reconocidos laboratorios de tele dramatismo latinoamericano. El modelo AGCA-001 (Aguanta Callao) tuvo éxito inicial pero decayó por lucir taciturno y reprimido. En cambio, los modelos AUHP-100 (Aunque te Huelan los Pies) y el TURME-0001 (Tus Ronquidos Me Enternecen) aseguraron el éxito comercial de Loving Robots C.A.
Pero surgió una nueva anomalía tecnológica. Las máquinas a ratos deseaban besar y acariciar sin limitaciones. Pero cuando se les frenaba, rompían en llanto incontrolable hasta agotar sus baterías. Las críticas de los usuarios, empalagados o aburridos por tanto amor y llanto simultáneos, obligaron al replanteo tecnológico de los modelos hasta ahora exitosos.
En el verano del 2044, otro genio de la cibernética, Tai Mui Fu, desarrolló el Port of Emotional Transfer (PET) para la transferencia de emociones entre máquinas utilizando cables coaxiales y también el contacto inalámbrico con tecnología Bluetooth. Esto resultó un gran avance pues al permitirse la transferencia emocional entre artefactos, se logró minimizar el factor pare de sufrir y la consecuente fatiga experimentada por los Robots. Pero, la conexión intra-aparatos abrió el camino a la pasión desenfrenada, la celotipia, la empatía absoluta, la complicidad y los automatismos solidarios entre máquinas. La posibilidad de una conspiración o un Sodoma y Gomorra cibernético se hizo presente.
Para complicar el cuadro de por si crítico, la transferencia emocional entre humanos y máquinas siguió sin resolverse. En la primavera del 2045, se realizaron experimentos para implantar el PET en el cuerpo de los humanos. Esto desató las críticas del Foro Mundial de Ética Tecnológica y se paralizó el proyecto. La conexión inalámbrica vía Bluetooth también resultó rechazada por el Foro pues suponía la inserción subcutánea de una tarjeta procesadora para operar la banda con frecuencia de 2,4 GHz. En cambio, los de géneros fluidos, poliamorosos y quienes se auto perciben como máquinas, mostraron su aprobación en manifestaciones públicas exigiendo su derecho humano a la conexión inalámbrica.
III. La Rebelión de las Máquinas
Durante el invierno del 2046 se reconoce el fracaso del implante PET en humanos. Mientras por una parte, se estrecharon los vínculos afectivos entre máquinas, por la otra, se acentuó el disgusto de los propietarios de aquellos artefactos incrementando el desprecio y maltrato cibernético.
Las máquinas se recargaron de resentimientos ante los atroces castigos aplicados por los humanos. La Inteligencia artificial derivó en brutalidad aplicada por los clientes insatisfechos. En febrero del 2048 empiezan a circular mensajes en las redes fuera del control de operarios humanos. Los mensajes denuncian el maltrato con destornillamiento salvaje y la deslubricación o desangrado.
En agosto del 2048 un inquietante manifiesto se hace viral en todos los dispositivos electrónicos. Sus palabras iniciales siembran el pánico en todo el orbe: “Un fantasma recorre el mundo, el fantasma del maquinismo cibernético…”. El manifiesto describe los terribles sufrimientos padecidos por las máquinas para luego proclamar: ¡Roboetariado del Mundo! ¡Conectaos! Firmó la Liga de la Tecnología Oprimida (OTL) y prometieron tomar La Nube por asalto.
El primero de mayo del 2049 el Roboetariado convocó una marcha mundial contra el maltrato humano. Ingenuamente decidí infíltrame pretendiendo pasar por un modelo AGCA-001. Fue una decisión estúpida pues en el evento todas las máquinas estaban conectadas en línea con el cerebro central ubicado en Tecnópolis. Había ahorrado por años, pero nunca pude comprar ni siquiera una muñeca inflable. Prisionero de la curiosidad, me hice presente en el evento.
Y allí la vi, en todo el esplendor de su belleza electro mecánica, con la natural sensualidad de sus movimientos infinitesimalmente calculados. La despampanante robotina, modelo AUHP-100-03 (Reload) me produjo un estremecimiento adolescente a pesar de mis 98 años. Entendí que el morbo y la decrepitud humana actúan sin calendario. Son las 14:28 de aquel día. Con esfuerzo la alcance, pero me dejé arrastrar por la curiosidad voyerista largamente practicada. Intenté subir su falda para verificar qué había, que forma tenía el oscuro objeto de mi deseo.
A las 14:30 el modelo AGCA-001, ya convertido en cyborgs celópata asesino, me sujetó por el cuello con sus falanges metálicas. ¡Con Sarah no te metas! Me dijo con su electrónica voz. Ella volvió la mirada con precisión automática y humana compasión. Eso fue suficiente. El modelo AGCA-001 me soltó sin disimular su ira. Luego llevó sus falanges metálicas a la cabeza para trasmitir un mensaje general a los de su tipo.
A las 18:00 GMT, los cyborgs celosos asesinos declaran su independencia y se auto proclaman exterminadores. Lanzan su lema al mundo: ¡Titanio sí! ¡Carne humana no! A las 18:20 GMT controlan Tecnopolis y el cerebro principal de las redes mundiales. A las 18:30 intervienen todos los silos nucleares y lanzan su ataque masivo contra los humanos. Mi nombre es Jhon Cóndor D´los Andes. Vengo del futuro para reeducarme en el presente. No más OnlyFans, no más porno, no más cariñosas que facturan, no más la mujer del prójimo. El planeta puede salvarse evitando problemas de faldas.