“Rec Syndrome” es un término que se refiere a las angustias y fobias que impiden la ejecución del instrumento a la hora de grabar. Sin embargo, Rec Syndrome, el grupo de música compuesto por Reinaldo Santos, Xhavier Velázquez, Fabrizio Pinto y David Moreno, es todo lo contrario: un cuarteto prolífico que vuelve con su quinto disco en tres años.
Luego de las búsquedas de un sonido propio que constatamos en su primer disco, publicado en 2020, Piloto, la banda lanzó Plomo ese mismo año, antes de volver con los discos Conexión y Serie B en el 2022. A estos trabajos se les agrega ahora Descomunal, un EP de cinco temas que propone un sonido más pulido, que empieza a tener sus propias marcas distintivas. No sé si se pueda hablar de “un sonido Rec Syndrome” aún, como el que proponen bandas establecidas como Queens Of the Stone Age o The Strokes, fácilmente identificables apenas se escuchan los primeros acordes de una canción. No obstante, los riffs pesados y la complacencia entre las duplas bajo-batería y las dos guitarras comienzan a distinguirse de las demás propuestas del rock independiente contemporáneo.
El grupo ha realizado una serie de apuestas estéticas y artísticas que ahora, con cinco discos debajo del brazo, empiezan a dar frutos. El camino elegido por Rec Syndrome se centra en la independencia creativa y un ritmo de trabajo constante y sostenido. La banda se aleja de las convenciones de la industria musical, escogiendo hacer campo aparte lejos de los sellos discográficos tradicionales. Siguiendo los pasos de leyendas indie do-it-yourself como The Brian Jonestown Massacre, Modest Mouse o Fugazzi, los miembros de Rec Syndrome han construido su propio estudio de grabación, y se han abocado a producir y publicar su música por sus propios medios.
La ventaja de esta aproximación es palpable, y se siente en los cambios que podemos escuchar entre cada disco. Prefiriendo el formato Extended Play de cinco o seis títulos, el grupo ahora tiene la capacidad de autogestionarse y continuar su desarrollo musical. Lo que más sorprende de este ritmo de trabajo es la evolución entre cada EP. No estamos ante un grupo que ha dividido un disco en dos, o que presenta un proyecto y sus lados “B”: Cada EP de Rec Syndrome es una idea autocontenida, una propuesta diferente, una nueva exploración.
Descomunal empieza con un riff endiablado de guitarra y una batería pesada acompañada del bajo antes de acelerarse y descubrir sus influencias punk. Inspirado en un cuento de Horacio Quiroga, la letra onírica y psicodélica de Reinaldo Santos nos pasea por un submundo viperino, aterrador y fascinante a la vez en el tema Deriva.
Le sigue la extremadamente pegajosa Demencia, una pieza basada en las experiencias de uno de los miembros que trabaja en un hospital psiquiátrico. La canción parece acumular y apilar diferentes ideas de manera completamente demente, no hay otra palabra. Luego de gritar que, “mi pañal es mi uniforme”, el tema estalla en uno de los mejores riffs del disco, mostrando sus influencias metaleras en el impecable trabajo de batería de Fabrizio Pinto.
La Bestia está llamada a convertirse en uno de los himnos del grupo. El coro, donde los integrantes de la banda cantan, “ya no quiero ver a la bestia vomitar” encima de capas y olas de guitarras distorsionadas, empieza a cuajar como uno de los sonidos típicos de Rec Syndrome. La letra se refiere a la terrible situación migratoria que vomita víctimas de manera cotidiana. Sin embargo, la letra metafórica, cargada de imágenes, aleja el tema de la denuncia vacua y lo eleva hacia algo más sublime.
Motor insiste en las emociones que animan al grupo, que suelen girar en torno a la frustración y la agresividad, pero siempre en busca de lo poco de luz que puede haber en la oscuridad más profunda. Siguiendo la línea estética propuesta en el resto del EP, la canción mezcla muros sónicos con una pesada sección rítmica y un solo aéreo que alivia los tonos oscuros del tema.
Descomunal termina con la canción que le da título al disco. Es una divertida pieza de punk/shoegaze basada en un cuento de Julio Cortázar que pondrá al público a corear “U-Ju” en los conciertos. Rec Syndrome no se duerme en sus laureles. Los miembros de la banda nos han explicado que ya están trabajando en nuevas ideas, exploraciones, propuestas. Para el cuarteto radicado en Barcelona, la vía está clara: si eres músico, pues haces música. La bestia demente que es “la industria musical” es una descomunal barca a la deriva sin motor, de la cual no hay que preocuparse.
Nota de prensa