octubre 4, 2024

Berlusconi busca revancha al estilo de su “maestro venerable”

“Antes de morir, vendí los derechos para que hicieran una película. En ella contarán que, gracias a esas memorias y a otros libros, estuve nominado al Premio Nobel de Literatura. Bah, una tontería sin importancia. Cualquiera puede estar nominado. No hay más que cursar la solicitud para que la estudie la Academia Sueca. Otra cosa es que te lo den y, para qué vamos a engañarnos, si no me lo concedieron es porque tampoco me apetecía tanto tenerlo, ya me entendéis”.

La cita es de Licio Gelli, conocido como el “maestro venerable” por los integrantes de Propaganda Due (P2), la logia secreta italiana que, liderada por él, controló gran parte de la política italiana durante años, a través de conspiraciones que iban desde quiebres fraudulentos de entidades bancarias, pasando por la extraña muerte del Papa Juan Pablo I, hasta impulsar la Guerra de las Malvinas.

Gelli fue capaz de ello –y mucho más– gracias a que los integrantes del P2, que le obedecían, estuvieron dentro de importantes trincheras políticas y sociales en Italia, como el Parlamento, las Fuerzas Armadas, reconocidos medios de comunicación o importantes empresas privadas. Pero no solo eso. Sus miembros también estaban fuera de suelo italiano, como en Argentina, donde ocuparon importantes puestos políticos.

Esa extraña nominación al Premio Nobel de Literatura, que aparece en modo de confesión del propio Gelli en el libro Villa Wanda de Eduardo Bravo, habría formado parte de una estrategia que pretendía lavarle la cara al también conocido como “titiritero siniestro”, tras ser expuesto como el líder de la P2 y acusado del quiebre fraudulento del Banco Ambrosiano, que le costó años de cárcel domiciliaria.

En aquella logia de más de 950 hombres liderada por Gelli, estaba el nombre de un tal Silvio Berlusconi, quien años después llegaría a ser primer ministro de Italia gracias a Mediaset, el conglomerado comunicacional que fundó y utilizó como plataforma para llegar al poder.

“Berlusconi es un hombre extraordinario, un hombre de acción. Esto es lo que Italia necesita; no un hombre de palabras, sino un hombre de acción”, dijo Gelli en una entrevista al diario La Repubblica publicada en el 2003.

Berlusconi ha tenido una turbulenta carrera política llena de juicios por cargos como fraude fiscales, soborno, corrupción y hasta prostitución de menores y abuso de autoridades; esto último, específicamente por involucrarse con Karima el Mahroug, mejor conocida como “Ruby Rompecorazones”, una joven marroquí que cuando tenía 17 años asistía a las famosas fiestas sexuales del magnate italiano.

Pero, como Gelli, Berlusconi también supo zafarse de cada cosa que se le acusó de manera hábil e incluso brillante. Con el caso “Ruby”, por ejemplo, lanzó una ofensiva mediática, apoyada en la gran cantidad de medios de la que era propietario, bajo la frase: “yo, de vez en cuando, soy como cualquiera: un pecador”.

Hoy el discípulo de Gelli tiene 83 años y, tras un periodo de relativa ausencia mediática sin escándalos políticos o sexuales, parece estar buscando revancha y legitimación al estilo de su maestro, aunque el recurso para ello es el fútbol y no la literatura.

Berlusconi, quien fue presidente del AC Milan durante los años dorados del club donde ganó cinco Liga de Campeones, ha vuelto a este deporte con la compra de El Monza (aunque está a nombre de su hijo), un club que nunca ha estado en la Serie A, pero que él ha prometido llevarlo allí en 24 meses, según Adriano Galliani, su amigo y mano derecha en las aventuras futboleras.

Hoy El Monza se encuentra en la Serie B y para cumplir el sueño de llegar a lo más alto del fútbol italiano, se estaría manejando la posibilidad de convencer a Kaká de volver al fútbol con esta oncena, además de fichar a otras estrellas como Ibrahimovic o Balotelli.

Según Galliani, antes de refugiarse en una mansión en Francia por la pandemia del COVID-19, Berlusconi había vuelto a sus andanzas futbolísticas entrando a los vestuarios de El Monza, como muchas veces lo hizo con el equipo “rossonero”. En uno de esos partidos, antes de los 90 minutos, le dijo a los jugadores: “Quien cree, combate; quien cree, supera los obstáculo; quien cree, gana”. Hoy esa frase se ha convertido en el lema de El Monza y no sería descabellado pensar que ha sido la filosofía con la que Il Cavaliere manejó –y maneja– su vida política.

Si algo aprendió de Gelli fue a moverse entre una sociedad que muchas veces tiene memoria corta. Con una inversión generosa y un proyecto bien estructurado, El Monza podría estar en unos años no solo en la Seria A, sino también en la Liga de Campeones y probablemente para ese entonces nadie hable de sus escándalos políticos y sexuales; o al menos ya no importen tanto.

Quizás el retiro soñado para Berlusconi.

Foto del avatar

Braulio Polanco

Braulio Polanco es periodista y editor fundador de Hilos de América. Sus artículos han sido publicados en diversos medios de comunicación como Caracas Chronicles, Diario La Verdad, Diario Tal Cual, Radio Fe y Alegría Noticias, Revista OJO y Revista SIC.

Ver todas las entradas de Braulio Polanco →

4 comentarios en «Berlusconi busca revancha al estilo de su “maestro venerable”»

Los comentarios están cerrados.